El tiempo y el cambio
Existen cambios cuantitativos que unidos producen un cambio cualitativo, lo cual es inevitable.
Estos dos términos están unidos como dos caras de la misma moneda o un matrimonio indisoluble, va pegadito uno de otro. Cuando hablamos de tiempo se utiliza para referirse a un determinado periodo, por lo que posee la habilidad de transportar a un individuo al pasado, presente y futuro. En este sentido, el tiempo es también la época durante la que sucede o sucedió algo, o en la cual vive, vivió o sucede alguna cosa a una persona. La línea de tiempo es una herramienta que se utiliza para representar gráficamente datos cronológicos o periodos de tiempo en forma sencilla y clara. El peor delincuente es aquel que nos roba el tiempo. Podríamos decir también que el tiempo no tiene precio; nosotros no lo matamos, es el tiempo que nos mata, este espacio que no tiene principio y fin. Como el cambio, que es aquel que transforma, convirtiendo lo que ahora es, y que no fue ni será. Definitivamente todo cambia, todo fluye, todo se transforma, nada queda como es, nada queda como está.
Heráclito de Éfeso señala: “Nadie puede bañarse dos veces en las mismas aguas de un río” . El cambio es la acción de transformar una cosa en otra, abandonar una cosa o situación por otra, o intercambiar alguna cosa. Existen cambios cuantitativos que unidos producen un cambio cualitativo, lo cual es inevitable.
Ricardo Ordóñez Jaramillo