A pocos días de culminar cuatro años de misión diplomática en Ecuador, el embajador de España hace balance, destaca la cooperación sanitaria y recibe al buque escuela Juan Sebastián Elcano

Llegó este sábado 5 de diciembre el buque escuela español Juan Sebastián Elcano a Guayaquil, pero su tripulación no pudo desembarcar por la COVID-19. ¿Momento complicado?

Es un barco que llega aquí por varios motivos. Primero, con motivo de los 500 años de la primera circunnavegación del planeta empezada por Magallanes en 1519 y acabada por Juan Sebastián Elcano en 1522, pero también es un homenaje a los guayaquileños por el Bicentenario de Independencia, que es un hecho común de nuestra historia compartida que tenemos España y Ecuador. Además, me recuerda a lo que España hizo con el terremoto, luego tsunami y el accidente nuclear de Fukushima. Organizamos el ‘Foro España-Japón’, de 2011, en Sendai, el sitio del epicentro con el mayor daño como una señal de confianza. Que venga el buque y que se haga el relevo mundial de los guardiamarinas en Guayaquil también es un espaldarazo de apoyo a Ecuador, a Guayaquil y a los guayaquileños.

En menos de 15 días termina su misión en Ecuador, ¿se va con los deberes hechos?

Hemos firmado dos convenios de cooperación, uno judicial y otro policial, un acuerdo con las academias, consultas bilaterales, el marco de asociación de país 2019-2022, que es el marco de cooperación; hemos también iniciado unas actividades como la feria Estudiar en España que nunca se había hecho. Hemos tenido a más de 7.500 estudiantes ecuatorianos y ya vamos por la tercera edición. La cuarta fue virtual este año y es para facilitar a los estudiantes ecuatorianos información sobre nuestras universidades, sobre los visados de estudios, ayudas y becas. Hemos inaugurado numerosos proyectos de educación, nos hemos sumado al proyecto de frontera norte y numerosos viajes de jornadas empresariales. Todo eso es el ámbito político, empresarial y económico, pero dentro de esto hay que decir que en 2019 tuvimos el récord en la suma de comercio bilateral con 1.300 millones de dólares.

¿Con balanza comercial favorable para Ecuador?

Ecuador, a pesar de la pandemia, ha incrementado un 11 % de sus exportaciones a España. España es todos los años el primer, segundo o tercer país en inversión.

Hablando de visas, ¿ya está normalizado el trámite?

Los consulados generales de España, en Quito y Guayaquil, solo estuvieron cerrados al público en el momento en que las autoridades ecuatorianas decretaron un cierre total, pero estuvieron funcionando todo el tiempo. La situación ahora es que en la Unión Europea se reúnen los ministros de Sanidad cada dos semanas y van estableciendo una lista de países que pueden viajar a España. La lista empezó con 11. Los otros, entre los que está incluido Ecuador, son países para los que no podemos expedir visados de turismo, de momento. ¿Quiénes pueden viajar en este momento? Los ecuatorianos que viven en España, residen o trabajan, los que tienen estudios de más de seis meses y los que viajan por temas médicos.

Se ha anunciado una cooperación sanitaria más intensa, ¿solo por la COVID-19?

Hay clínicas universitarias españolas que están colaborando con clínicas de aquí y con los servicios sociales y de salud ecuatoriano. Para tratamientos que no existen en Ecuador y sí existen en España se están haciendo convenios. También quieren instalarse aquí. En España, nos hemos dedicado también a desarrollo de agua y saneamiento, a pequeños productores, género, hábitat, turismo, patrimonio, pero de cooperación sanitaria no teníamos nada. Ahora, con la pandemia, pasamos de finales de marzo a finales de julio, de 0 a 57 proyectos que están valorados en más de 4 millones de dólares. ¿Cuáles son? 130 respiradores que han venido a Ecuador. Ha hecho mucho la embajada de Ecuador en Madrid. 

Con el programa de canje de deuda, el equipamiento de tres hospitales en Manabí, la compra de medicinas que necesitaba el Ministerio de Salud con fondos de nuestra cooperación... Las empresas españolas han traído y comprado decenas de miles de equipos de protección individual para médicos y personal sanitario. También 75 toneladas de ayuda alimentaria y plataformas tecnológicas: Santillana ha facilitado a 20.000 estudiantes ecuatorianos el acceso a sus programas de educación gratuita en línea. Un tercer ámbito nuevo es la observación satelital. Hay empresas españolas facilitando sus servicios a Ecuador en el control de costas pesas, soberanía marítima, pesca. Hay nuevos ámbitos.

Usted llegó al final del Gobierno de Rafael Correa y se va a puertas de que termine el de Lenín Moreno, ¿con cuál ha habido más sintonía?

La relación entre España y Ecuador siempre es entre Estados, entre dos países. No se ve afectada ni debe serlo por quien esté. Tenemos una relación extensísima -política, económica, cultural, humana, migratoria, consular, de inversión, de desarrollo-, con lo cual hay unos intereses humanos tan importantes que no se deben ver afectado por los colores políticos. Siempre está a salvo y por encima de eso.

¿No ha habido tensiones?

La relación siempre ha sido intensa y es cada vez más extensa. Hay dos ámbitos en lo que nos hemos apoyado. Por ejemplo, cuando fue la crisis bancaria de 1999, los ecuatorianos fueron a España y encontraron trabajo; y cuando nosotros tuvimos la crisis, en 2008-09, vinieron españoles aquí. Hemos sido una tabla de salvación cada uno del otro. Recientemente, en España, tuvimos en octubre 2017 el desafío separatista de Cataluña y Ecuador emitió dos declaraciones de apoyo a la unidad de España, al respeto de la Constitución y al Estado de derecho. Cuando hubo una situación incierta en Ecuador, en octubre de 2019, hubo también dos declaraciones de apoyo de España a Ecuador, al Estado de derecho, al respeto a la ley y las instituciones. Nos hemos apoyado cada uno al otro en momentos difíciles. Sin meternos en los temas internos de cada país, pero apoyando.