
Ancelotti pisa el Monumental: el técnico de Brasil debuta en suelo ecuatoriano
El entrenador italiano reconoció el estadio de Barcelona SC junto a las figuras de la Canarinha, previo a la cita con Ecuador
El miércoles 4 de junio no fue un día cualquiera. Fue el día en que la selección de Brasil llegó al estadio Monumental de Guayaquil con todas sus figuras, cámaras, y un despliegue digno de una final. Pero lo más impactante no fue ver a Vinicius Jr., Antony o Richarlison —que pasaron casi como fantasmas veloces—, sino ver al mismísimo Carlo Ancelotti, tranquilo, elegante, pisando por primera vez una cancha ecuatoriana.
Vestido como quien baja de un palco del Bernabéu, el técnico italiano caminó por el gramado amarillo con esa serenidad de quien ya tiene todo fríamente calculado. La imagen fue histórica: Ancelotti, “Carletto”, ese profesor con cara de director de tesis que solo trabaja con cracks, recorriendo la catedral del fútbol guayaco, donde debutará como técnico de la Canarinha.
Un Monumental lleno de estrellas (y celulares temblando)
Afuera, por la tienda del estadio, los hinchas se agolpaban con la ilusión de ver a sus ídolos. “¡Vinicius!”, gritaban. “¡Richarlison!”, rogaban. Pero las estrellas pasaron fugazmente. Algunos se fueron con las manos vacías, pero con el corazón lleno: “Al menos vimos el bus, ñaño”, decían entre risas y selfies borrosas.
En la cancha, los porteros Alisson, Bento y Hugo Souza reconocían el terreno. Los defensas Marquinhos, Danilo, Alex Sandro y compañía miraban las tribunas vacías, imaginando ya el rugido de 60 mil ecuatorianos.
Casemiro, con su eterna expresión de "esto no es un paseo", lideraba el mediocampo junto a Bruno Guimarães y Andreas Pereira. Jugadores que más que futbolistas parecen músicos de jazz: tocan, crean, improvisan. Y arriba, una ofensiva que asusta: Martinelli, Estevão, Raphinha, Matheus Cunha y Vinicius Jr., el rayo humano.
Comienza la era Ancelotti en Brasil
La prensa solo pudo grabar unos minutos, lo justo para confirmar: sí, están todos. Luego vinieron las estrategias, las pizarras, y las miradas serias. Porque aunque Brasil venga con todo, sabe que en Guayaquil no se regala nada.
Así empieza la era Ancelotti como técnico de la selección brasileña. Y arranca aquí, en el Monumental. ¿Ganará? ¿Caerá? Lo que es seguro: la historia ya empezó a escribirse.
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