Tal como sucedía con los celulares y los aparatos electrónicos a principios del 2000, cuando cada fabricante tenía una entrada de carga diferente, lo mismo ocurre hoy con los vehículos eléctricos, ya que existen más de cinco tipos de conectores; además, si se cambia de auto podría no ser la misma entrada que se tiene en casa, por lo que el propietario debe comprar un adaptador.

A la fecha, la carga inalámbrica es uno de los mayores avances para los dispositivos electrónicos; aunque, desde hace una década, es una realidad a medias; de ahí que ahora se trabajan varias iniciativas sobre el tema, pero aplicadas en los autos.

El funcionamiento del revolucionario dispositivo es con una placa que se adosa en la parte baja del vehículo eléctrico y una plataforma en el piso que se encarga de suministrar la energía. Si bien actualmente ese tipo de dispositivos solo se venden en los Estados Unidos, cuyos precios rondan los 3.000 dólares, con potencias de carga que llegan hasta los 7,2 kW, ya existen otros proyectos en Suecia y España; en tanto que compañías japonesas prueban la carga inalámbrica mientras el vehículo se detiene en los semáforos de la ciudad de Kashiwa.

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