Tres goles para volver a creer

Tres goles para volver a creer

En menos de dos minutos la afición de Barcelona pasó de la preocupación al éxtasis. El penalti que Máximo Banguera le atajó a Horacio Salaberry y que pudo haber puesto en peligro el triunfo del Ídolo sobre Aucas, se convirtió en el veloz contragolpe con el que Cristian Penilla consolidó una goleada.

Fue un partido muy peculiar. En el primer tiempo Barcelona mostró una mejor imagen, en relación a las anteriores jornadas. Damián Díaz participó más en la creación de juego, explotando al máximo la constante rotación de Ely Esterilla, Cristian Penilla y Jonatan Álvez, dificultando así la toma de marcas de la visita.

Antes de cumplirse el primer cuarto de hora, el ‘Kitu’ Díaz ya había colocado tres certeros pases a la espalda de la defensa oriental, pero sus compañeros no lograron aprovechar.

Los goles de Jonatan Álvez y Ely Esterilla le dieron tranquilidad ante un rival que poco o nada hizo para inquietar a Máximo Banguera.

En la etapa de complemento el panorama no varió. Pedro Velasco, poco identificado con el juego aéreo, utilizó esta vía para llevar pánico al corazón de los quiteños, con un golpe de cabeza que terminó con el esférico estrellándose en el horizontal, cuando Sebastián Blázquez estaba vencido.

Solo un remate de Preciado, en el minuto 65, insinuó algo de peligro sobre el arco local.

Barcelona era completo dominador de las acciones, pero pocos podrían pensar que los últimos 25 minutos llevarían tantas emociones.

Blázquez atajó un penalti de Álvez y mantuvo con vida a su equipo, que encontró otro importante impulso anímico en una nueva pena máxima, esta vez sancionada a su favor.

Salaberry no pudo ante Banguera y su error produjo un contragolpe que terminó en otro tanto de los amarillos, obra de Penilla. Tres goles, tres puntos y la posibilidad de corregir con la tranquilidad que da ganar. MGD