Son las 17:10. Teresa Vélez Paredes, una adulta mayor, lleva cinco minutos plantada en la acera frente al número 112 de la avenida Central de Miraflores, donde vive hace 20 años. Debió esperar cuatro minutos más antes de poder cruzar la avenida para hacer un par de compras en el minimarket que está justo al frente de su casa.

Si tiene suerte, otro tiempo similar le tomará volver a cruzar la calle. Ella dice que a veces la situación se le complica. “No hay semáforos y es peligroso cruzar esta calle”, asegura esta guayaquileña.

Cada día circulan por Miraflores, en tránsito hacia otros sectores de la ciudad, 17.000 vehículos, según cálculos de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). La mayoría utiliza la avenida Central.

Los vecinos consideran que esta calle dividió al barrio. Los vehículos cruzan a gran velocidad, lo que afecta al peatón.

No es un problema reciente, dice Tatiana di Mattia, quien preside la Junta Barrial, quien lleva seis meses en ese cargo y hace 45 días inició un trámite ante la ATM en busca de una solución.

“Por lo menos hace cinco años descubrimos que el tránsito de la avenida Central nos separa como vecinos, que afecta a la convivencia del barrio. Los carros pasan en cantidad y a velocidades altas. No respetan que no pueden exceder los 30 minutos por horas que la ATM establece”, dice María del Carmen Cajas, quien asegura que hace dos años se pensó que la solución era la colocación de semáforos, pero que cuando se colocaron dos, uno en la intersección de la calle Cuarta y otro en la Séptima, la situación empeoró. “Habían largas filas y los peatones tampoco podíamos pasar de una acera a la otra”.

La avenida Central de Miraflores es unidireccional, pero recibe vehículos que vienen de dos direcciones por la avenida Carlos Julio Arosemena. Un gran flujo proviene del sur y del centro de la ciudad, otro tanto, desde Ceibos y de vía a la costa. Todos en tránsito hacia el sector norte.

“De este problema ya saben las autoridades del tránsito en la ciudad. Hace 20 días esperamos que se concrete una cita con el gerente de la ATM, pero esta se ha dilatado”, dice Tatiana di Mattia, quien cree que si la reunión no se concreta hasta el 30 de este mes, el barrio tomará otras acciones. “Medidas apegadas a la ley. No queremos provocar problemas, solo aspiramos una solución”.

Un grupo de vecinos que se reunió con EXPRESO la tarde del jueves, al pie del malecón de Miraflores, no están tan seguros de cuál sería la solución para que favorezca al peatón, pero de lo que sí están seguros es que el problema debe ser resuelto. En los últimos tres años, dos personas adultas fueron atropelladas al intentar cruza la avenida. Una de ellas fue la mamá de María del Carmen Cajas, una vecina que cree que la solución sería la ubicación de rompevelocidades.

Sin embargo, consideran que la palabra final la tiene la ATM. Una entidad que está dilatando la respuesta al barrio.

Para saber

Medio kilómetro

La av. Central abarca una extensión de 589 metros. El Municipio la reconoce como la Dr. Ignacio Cuesta Garcés.

Hace 60 años

Los primeros habitantes de Miraflores llegaron hace seis lustros. Está distribuida en cerca de 45 manzanas.

Su ejecutor

La urbanización la ejecutó el empresario Fernando Lebed Sigail. Se calcula que su población supera las 1.000 personas.

VOCES

Inés Camacho García, vecina

Hace más de dos años venimos pidiendo que se nos devuelva la tranquilidad a los vecinos que tenemos casa al pie de la av. Central. Todo Miraflores también lo requiere.

Renán Gavilanes Navarrete, residente

La mejor solución es colocar rompevelocidades. El tema de los semáforos ya fue comprobado que no funciona. Lo que sí es ciertos es que la solución debe ser urgente.

María Enderica de Prieto, vecina

La situación es tan complicada en esta avenida que mi hijo para sacar el carro del garaje debe hacerlo antes de las 07:00. Después de esa hora la fila de carros lo impiden.

Hace más de dos años venimos pidiendo que se nos devuelva la tranquilidad a los vecinos que tenemos casa al pie de la av. Central. Todo Miraflores también lo requiere.