El temor de vivir en el piso siete de un edificio afectado
El arquitecto José García, quien con su familia vive en el piso 11 y dijo a este Diario ser el constructor de Pegar, señaló que es normal que las cuarteaduras en las paredes preocupen a residentes como Artieda porque “no saben que las paredes no son so
La cinta de Peligro en la fachada del edificio Pegar (Colón 561 y Boyacá) mantiene latente el temor de la noche del 16 de abril, cuando Guayaquil tembló a causa del terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter.
Si bien las cuarteaduras en ciertas paredes de las escaleras y pasillos del mezanine, primero y segundo piso (son 11 en total) están arreglándose, la cinta colocada en la calle, como medida preventiva porque se cayeron trozos de la mampostería, indica que el edificio sufrió daños.
Y la falta de un diagnóstico del estado del inmueble de departamentos, operativo desde 1981, mantiene en vilo a Renata Artieda, quien con su madre vive en el piso 7.
La cinta de Peligro está ahí desde el día siguiente del sismo que devastó Manabí y parte de Esmeraldas (17 de abril).
Ellas se trasladaron momentáneamente a la casa de un familiar en el sur, “por temor a que el edificio se caiga o que se nos desplomen los pisos de arriba con las réplicas. Nadie nos avisó nada, por muy obvio que parezca que uno debe irse de su casa en estos casos. La mayoría de inquilinos desalojaron, algunos ya hasta se cambiaron de casa”, contó Artieda a EXPRESO.
Según varios residentes, cinco familias de chinos que dejaron el inmueble el día del terremoto no han vuelto. Solo quedó una. Artieda ya volvió.
El arquitecto José García, quien con su familia vive en el piso 11 y dijo a este Diario ser el constructor de Pegar, señaló que es normal que las cuarteaduras en las paredes preocupen a residentes como Artieda porque “no saben que las paredes no son soportantes del edificio”.
“Las rajaduras no tienen mayor significado”, insistió.
Según García, la edificación fue construida de forma antisísmica, bajo un estudio estructural, con un sistema de cálculo de protección de 3 a 1. Por ello, no hay nada de qué preocuparse, reiteró.
Sin embargo, Artieda solicita que un equipo de técnicos de la EDAN (Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades) y de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) revise el Pegar y dé un diagnóstico oficial para retomar la calma y vivir tranquila. MVM