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Sobrepeso en Ecuador, en la mira de la Organizacion Mundial de la Salud

Según La Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas enfermedades, que hoy son una epidemia, han cobrado la vida de 5 millones de personas en Latinoamérica.

Estudios indican que la obesidad está estrechamente asociado con el cáncer.

Para el año 2025, el número de lactantes y niños con sobrepeso aumentará a 70 millones.

La obesidad y el sobrepeso —según la Organización Mundial de la Salud (OMS)— son definidos como una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

Este tema ha estado en la mira de instituciones nacionales e internacionales en las últimas décadas, debido al aumento en el consumo de alimentos altos en grasa, sal y azúcar, pero bajo en vitaminas y minerales.

En el último sondeo realizado por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) y publicada entre 2014 y 2015, se informa que en Ecuador el 29,9 % de niños entre 5 a 11 años tienen sobrepeso y obesidad. Esta dato incrementa al 62,8 % en adultos (de 19 a 59 años).

El problema de la obesidad radica en que las personas con sobrepeso tienen el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y otros tipos de cáncer. De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), estas son algunas de las principales causas de muerte en Ecuador.

Según la OMS, el número de niños y adolescentes entre 5 a 19 años con obesidad, se multiplicó por 10 en el mundo en las últimas cuatro décadas.

Un nuevo estudio realizado por el Imperial College de Londres y la OMS, llegó a la conclusión de que si se mantienen las tendencias alimenticias actuales, para el 2025 el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones.

La OMS da recomendaciones para acabar con la obesidad en la niñez. Las instituciones de todo el mundo deben informar a las familias mejor sobre los hábitos alimenticios saludables, así como animar a las madres a dar el pecho de forma exclusiva al menos durante seis meses, ofrecer comida sana en los comedores escolares y crear más oportunidades para que los niños hagan deporte.

Según la nutricionista Erika Álvarez, el crecimiento de la industria alimentaria, el sedentarismo y el estilo de vida actual, han producido cambios dietarios y una progresiva disminución de la actividad física en el trabajo y el tiempo libre, esto explica cómo estos factores causan el sobrepeso y la obesidad en la población.

Álvarez explicó a diario EXPRESO los criterios a tomar en consideración para identificar el sobrepeso y obesidad:

-Obesidad abdominal: perímetro de cintura mayor o igual a 94 cm en varones y 88 cm en mujeres.

-Triglicéridos altos: mayores a 150 mg/dL (o en tratamiento hipolipemiante específico).

-Colesterol HDL bajo: menor de 40 mg % en hombres o menor de 50 mg % en mujeres (o en tratamiento con efecto sobre el HDL).

-Presión arterial elevada: presión arterial sistólica (PAS) mayor o igual a 130 mmHg y/o PAD mayor o igual a 85 mmHg.

-Presencia de glucemia basal alterada (glucemia en ayunas ≤ 100 mg/dL) o glucemia tras sobrecarga oral de glucosa a las 2 horas

entre 126 y 200 mg/dL).

El diagnóstico de síndrome metabólico se realiza si existe obesidad abdominal más dos de los cuatro componentes descritos.

La experta da recomendaciones generales para pacientes con sobrepeso y obesidad:

-Realizar los 5 tiempos de comida al día (desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena).

-Se recomienda la actividad física como mínimo 150 minutos a la semana.

-Facilitar la disponibilidad y el acceso a alimentos saludables (frutas y hortalizas). Evitar ingerir bebidas azucaradas y considerar el agua como la bebida de primera elección.

-Disminuir el consumo de comidas rápidas y grasas en la dieta diaria, a través de: el consumo frecuente de embutidos, y carnes rojas, y retirar la grasa visible antes de cocinar los alimentos o de consumirlos.

-Optar por técnicas culinarias saludables (plancha, vapor, hervidos, horneados).

-Reemplazar los lácteos enteros por semidesnatados o desnatados, o preferir el consumo de quesos bajos en grasa.

-Evitar el consumo de productos de pastelerías, salsas y comidas preparadas.

-Evitar “los aperitivos” muy calóricos: snacks salados, frutos secos fritos y con sal, etc.

-Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra dietética: frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, etc.

-Se debe conseguir un déficit energético de 500-1.000 kcal/día.