Nueva Brigada Abraham Lincoln

Durante la guerra civil española, miles de jóvenes estadounidenses partieron hacia España para unirse a la lucha contra el fascismo como parte de la “Brigada Abraham Lincoln”. Hoy en día, a medida que más personas despiertan ante la amenaza que plantea el presidente Donald Trump al Estado de derecho, los derechos humanos y el orden internacional, está surgiendo un nuevo movimiento de resistencia mundial para defender la democracia y la decencia básica.

La resistencia puede adoptar tres tácticas. Un enfoque es simplemente esperar y guardar esperanzas de que Trump se convierta en un pato cojo por las revelaciones condenatorias sobre su administración gubernamental. Mejor aún, Trump podría ser destituido o removido de su cargo bajo la veinticincoava enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, si bastantes miembros de su propio gobierno lo consideran incapaz de cumplir con las funciones de la Presidencia.

Una segunda táctica, menos optimista, es aceptar que Trump completará su primer mandato, por lo que quienes se oponen a Trump pueden elegir utilizar ese tiempo forjando alianzas más fuertes con el Partido Demócrata, los medios de comunicación, los grupos de la sociedad civil y todos los demás opositores de Trump en el ámbito académico, las instituciones religiosas y los sindicatos de trabajadores.

La tercera opción es desbaratar la agenda de Trump en los tribunales, impugnando sus prohibiciones de viajes, el muro en la frontera con México, las deportaciones y las propuestas que buscan recortar el financiamiento para las Naciones Unidas y los programas de ayuda externa en África.

Como observa Jeffrey D. Sachs, hay razones para creer que Trump ni siquiera sobrevivirá al escándalo actual sobre los vínculos de su campaña con Rusia. Las inquietantes preguntas van mucho más allá de las acciones de piratería informática de agentes rusos contra las computadoras centrales del Comité Nacional Demócrata con el propósito de difundir públicamente mensajes internos de la campaña de Hillary Clinton. Muchos tienen curiosidad sobre los vínculos entre Trump y los oligarcas rusos, y sobre por qué bancos con conexiones rusas extendieron préstamos a Trump cuando nadie más quería hacerlo.

Por otra parte, muchos se preguntan si los servicios de inteligencia rusos tienen evidencia con la cual chantajear a Trump; o, si espías estadounidenses, franceses, británicos y bálticos pueden filtrar materiales que confirmen esa sospecha. Y debido a la caída de la popularidad de Trump, los Republicanos pronto comenzarán a temer por sus escaños en el Congreso en las elecciones del año 2018. Si emerge evidencia incontrovertible de hechos delictivos graves, los Republicanos del Congreso, o incluso los miembros del Poder Ejecutivo, podrían iniciar procedimientos contra el presidente.

Al mismo tiempo, los Demócratas del Congreso ya han lanzado un ataque sin cuartel contra las iniciativas de Trump, como el muro fronterizo y los recortes propuestos al presupuesto del Departamento de Estado.

Sin duda, los oponentes implacables de Trump son minoría tanto en el Congreso como en la mayoría de las asambleas legislativas estatales, pero esto puede cambiar fácilmente. Las minorías políticas tienen muchas herramientas a su disposición para desbaratar a las mayorías abusivas. Ir en búsqueda de una estrategia integral probablemente se constituya en la mejor preparación para ello.