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Una avioneta descarga agua sobre el fuego originado en Vall d'Ebo, provincia española de Alicante.efe

Incendios queman más de 16.000 hectáreas en España en los últimos días

El incendio más descontrolado y peligroso ha quemado una superficie superior a las 6.500 hectáreas hasta el momento en Val d'Ebo (Alicante).

Los incendios forestales siguen causando estragos medioambientales este lunes en España, principalmente en las provincias de Alicante (este), Zaragoza (noreste) y Orense (noroeste), donde el fuego ha consumido más de 16.000 hectáreas en pocos días y centenares de efectivos se afanan en apagarlo.

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El incendio más descontrolado y peligroso ha quemado una superficie superior a las 6.500 hectáreas hasta el momento en Val d'Ebo (Alicante) y ha obligado a desalojar a 1.200 personas.

Comenzó el sábado debido, posiblemente, a uno o varios rayos, y se ve favorecido por rachas de viento fuerte y un terreno abrupto, lo que dificulta la extinción, según las autoridades.

En la misma región oriental de Valencia, el fuego ha arrasado unas 800 hectáreas de la provincia e Castellón, aunque las previsiones de que sea controlado son más favorables porque el ambiente es más húmedo.

Mientras tanto, el que afecta a varias poblaciones del Moncayo (Zaragoza), que también se inició hace dos días, ha carbonizado 6.000 hectáreas, pero está ya estabilizado y contenido en un perímetro de 50 kilómetros.

Esto podría permitir el regreso paulatino de las 1.500 personas que tuvieron que ser evacuadas por el riesgo de que el fuego y el humo entraran en varias localidades.

En la región de Galicia (noroeste), ocho incendios siguen activos en Orense, que han arrasado más de 3.600 hectáreas, al que se suma otro en la provincia de Lugo.

Otros cinco siniestros afectan a Asturias (norte), aunque ya controlados o en fase de revisión.

Este año está siendo catastrófico especialmente en los montes españoles, donde el calor tórrido y la sequía prolongada han favorecido una infinidad de incendios; muchos de ellos fueron provocados por rayos y otros fueron intencionados.

Entre enero y julio, ardieron 222.000 hectáreas, según datos del organismo europeo EFFIS, basados en imágenes de satélite, aunque el Gobierno español estimaba provisionalmente una superficie inferior a los 130.000.