Una vez muerto el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, algunos gobiernos del mundo y sectores de Cuba se plantean que este podría ser el momento oportuno para dar por terminado el régimen que ha imperado en ese país por más de medio siglo. Pero también hay quienes creen que la revolución debe y va a continuar.

Un grupo de integrantes del movimiento opositor cubano Damas de Blanco pidió ayer en Miami (EE. UU.) al pueblo de su país que se una a su lucha por la libertad y la democracia en la isla. Noelia Pedraza, parte del grupo, dijo que una vez muerto Fidel, el pueblo de la isla debe “despertar” y “salir a las calles para que haya libertad”.

Mientras tanto, el futuro de los lazos diplomáticos entre Washington y La Habana quedó bajo muchas dudas ante posiciones adelantadas ayer por figuras del equipo del presidente electo, Donald Trump, en favor de más concesiones cubanas a cambio de la apertura.

En 2014 los dos países, separados por medio siglo de enfrentamientos y desconfianza, iniciaron una histórica aproximación, aunque la llegada de Trump a la Casa Blanca coloca todo el delicado proceso en la incertidumbre.

El sábado, Trump emitió una nota oficial en la que afirmó que su administración “hará todo lo que pueda” para garantizar la “prosperidad y libertad” de los cubanos, pero sin adelantar detalles acerca de cómo conseguirá esos objetivos.

Reince Priebus, quien será jefe de gabinete a partir del 20 de enero, dijo ayer que Trump pediría más libertades políticas al gobierno cubano y que si no las consigue, la apertura retrocederá. “No va a ser una relación unidireccional de EE. UU. hacia Cuba sin que haya medidas del gobierno de Castro”, dijo Priebus al programa televisivo Fox News Sunday.

En la isla, desde la invasión en la Bahía de Cochinos hasta la histórica visita del presidente Barack Obama, los cubanos han sabido por generaciones que en cualquier momento en que Estados Unidos se volviera hacia la isla, se iba a encontrar con Fidel sosteniéndole la mirada. Pero con el ‘Comandante’ muerto, esa sensación de seguridad se desvanece, mucho más cuando escuchan a Trump referirse a Fidel como “un dictador brutal”.

Durante sus 49 años en la presidencia, Castro cruzó recriminaciones con 10 presidentes de Estados Unidos, y si bien mantuvo un perfil mucho más bajo desde su retiro en 2008, nunca dejó de advertir a los cubanos que no debían confiar en Washington. Su hermano menor, el presidente Raúl Castro, no cedió mucho frente al gobierno de Obama en términos de liberalizar el sistema político de partido único.

En Latinoamérica, los gobiernos amigos de Cuba, como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y otros, al tiempo de rendir homenaje al ‘Comandante’, creen que lo logrado por este en Cuba debe seguir.

El sábado, el presidente venezolano Nicolás Maduro encabezó un homenaje a Castro ante la tumba de Chávez en Caracas y prometió fidelidad al legado de ambos, a quienes consideró “más futuro que pasado”.

En Europa, el presidente francés François Hollande insistió en que hoy el embargo contra la isla debe levantarse “definitivamente” y “Cuba pueda ser plenamente considerado en la comunidad internacional como un socio”.

Lo que vaya a pasar ahora con el país caribeño, nadie lo sabe aún. Solo los cubanos tienen en sus manos su destino.

Cuba sin Fidel Castro

Estudiantes rinden honores en La Habana

Estudiantes encienden velas en honor al histórico líder cubano Fidel Castro, en la Universidad de La Habana. La muerte del revolucionario fue anunciada por su hermano, el presidente Raúl Castro, a través de la televisión. Los isleños vivirán una jornada de luto de varios días. (AFP)

En una marcha por el ‘no’ en Italia

Un manifestante porta una pancarta del expresidente cubano durante una marcha en el centro de Roma, cuyo objetivo central fue pedir a los italianos votar ‘no’ en el referéndum del próximo domingo, que plantea reformar la Constitución para quitarle al Senado su labor legislativa.

En Miami siguen los ruidosos festejos

Residentes de Miami seguían celebrando ayer la muerte de Castro en el popular restaurante Versailles. El presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció oficialmente el viernes último la muerte de su hermano, de 90 años, lo que provocó la algarabía en los cubanos estadounidenses de toda Florida.