Florida. Una bandera estadounidense ondea sobre un campo de escombros tras el paso del huracán Irma.

Maria acecha a una zona que aun sufre los embates de Irma

Un huracán y dos tormentas se encuentran en el Atlántico. El ciclón amenaza con impactar en el Caribe y Florida. La población todavía no logra recuperarse.

La tormenta tropical María se fortaleció y se convirtió ayer en un huracán de categoría 1 en su ruta hacia las Antillas Menores y Puerto Rico, que ya se preparan para la llegada del ciclón en los próximos días.

El ciclón, que presenta vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, se dirige hacia las Antillas Menores, recientemente golpeadas por el paso devastador del huracán Irma. Estas islas, así como Puerto Rico y Cuba, sufrieron recientemente los embates de Irma, con casos dramáticos como el de Barbuda, destruida en más del 90 por ciento según sus autoridades y que todavía no termina las tareas de reconstrucción.

La potencial amenaza que supone María se concreta apenas una semana después del paso del huracán Irma por estas islas del Caribe, Puerto Rico y el sureste de EE. UU., país en donde propició más de una treintena de muertes, y que tiene a estados como Florida de a poco retomando el camino a la normalidad.

En el extremo sur de este estado, en los Cayos, se inició ayer el tramo final de la operación retorno para las decenas de miles de residentes que evacuaron este conjunto de islas, de más de 177 kilómetros de largo y, sin duda, entre las más afectadas por el paso del poderoso ciclón Irma.

Las autoridades del Condado Monroe, donde se asientan los Cayos, han pedido a sus residentes que a su regreso lleven consigo las provisiones suficientes para autoabastecerse durante un tiempo, ya que servicios básicos como luz, agua y desagüe aún no están restaurados del todo.

El ojo de Irma tocó tierra el pasado domingo en el Cayo Cudjoe, con categoría 4 y vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, tras lo cual prosiguió por la costa del suroeste de Florida, dejando a su paso una estela de devastación e inundaciones en ciudades como Naples o Jacksonville.

El sábado, las autoridades del Condado Monroe dieron a conocer que por lo menos nueve personas han perdido la vida por causas atribuibles a Irma, lo que obligó a las autoridades condales a impedir el retorno de sus residentes hasta este fin de semana.

En Miami-Dade, el más poblado del estado, aún el 11 por ciento no cuenta con suministro de energía, incluyendo algunos colegios. No obstante, las autoridades de este distrito escolar anunciaron ayer que las clases se reanudarán hoy, tras el cierre de las aulas el pasado 6 de septiembre como medida de previsión. En Monroe, sin embargo, donde se mantiene un toque de queda nocturno en algunas áreas, las clases no se reiniciarán hasta el 25 de septiembre.

A los fallecimientos ocurridos en los Cayos hay que sumar los ocho ancianos que perdieron la vida en un asilo en la ciudad de Hollywood, al norte de Miami, en un caso que ha merecido la repulsa de las autoridades y hasta una demanda de familiares de las víctimas.

La cifra provisional de muertes relacionadas con el paso del huracán Irma por el sureste de EE. UU. (Florida, Georgia y Carolina del Sur) asciende por lo menos a 39, sin que se conozca el balance final de daños y pérdidas materiales, lo cual tardará meses en determinarse.