Malecon: “Santuario de gloriosas hazanas, embrujo centenario”

Altivo te levantas... mi malecón querido, abrazando a tu Guayas que dichoso sonríe, cual buque fiel coloso navegas en el alma de Guayaquil, el puerto, que al mirarte revive. Tus mástiles semejan antorchas victoriosas, arrullos de palmeras, brazos que dan amor, con tu traje radiante de sol de primavera nuestras ansiosas vidas renacen con verdor.

Mi malecón de siempre... tertulias y añoranzas, cotidianos paseantes, niños que dan fulgor, al compás del pasillo resuena el estribillo de una lánguida música de amor y desamor. Es tu Morisca Torre, emblema de la historia, de epopeyas pasadas que el tiempo no borró; y tus muelles se avistan amigables, ruidosos, en honor a la Perla que en ellos se engarzó .

Hoy Olmedo sonríe en su sillón de siempre, lo ilumina el encanto del nuevo malecón, museos y jardines, comercios, cafetines, engalanan la vida y el arte con amor.

Has abierto tus brazos al Ecuador y al mundo.. arco iris de lucha, de progreso, de acción, la gente se deleita al sentir tus cuadernas, tanto que hasta los grillos..., entonan su canción.

Tu Rotonda..., santuario de gloriosas hazañas, San Martín y Bolívar, sellaron su hermandad, nació la independencia aquel 9 de Octubre y la Plácida Aurora brilló con Libertad ...

Mi malecón querido, embrujo centenario... los próceres plasmaron en ti la tradición, tienes alma de héroe, legendario velero, corazón de la patria, pensil de ensoñación.

Myrna Jurado de Cobo