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Una jornada Anti-Chevron para exigir justicia

Indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana, afectados por la contaminación petrolera en sus territorios atribuida a la petrolera estadounidense Chevron, preparan una jornada de protesta para exigir justicia y reclamar la ejecución de una multimillo

Protestas. Los ecuatorianos han participado en varios plantones.

Indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana, afectados por la contaminación petrolera en sus territorios atribuida a la petrolera estadounidense Chevron, preparan una jornada de protesta para exigir justicia y reclamar la ejecución de una multimillonaria condena contra esa compañía.

La denominada Jornada Global Anti-Chevron, organizada por el Frente de Defensa de la Amazonía, se desarrollará entre hoy y mañana e incluye un plantón frente a la Corte Constitucional, en Quito, organismo que debe fallar sobre un recurso presentado.

Así lo indicó el abogado de los demandantes ecuatorianos, Pablo Fajardo, quien también informó que un grupo de 30 jóvenes indígenas amazónicos, hijos de afectados por Chevron, realiza un recorrido en bicicleta, de unos 300 kilómetros. Lo hacen entre la zona de Shushufindi (una de las regiones contaminadas) y la capital del país.

Los ciclistas, comentó Fajardo, prevén llegar a Quito hoy y congregarse en la Plaza del Teatro, en el centro colonial de la ciudad, donde se desarrollará un festival artístico.

Mañana, ambientalistas acudirán a las afueras de la Corte Constitucional para exigir un pronunciamiento definitivo a un recurso presentado por Chevron hace unos tres años, con el cual pretende que se anule la condena que le impusiera en 2011 una corte ecuatoriana por el daño ambiental en la Amazonía.

La petrolera, según ese fallo judicial, está obligada a pagar una indemnización por 9.500 millones de dólares, aunque Chevron reniega de esa condena y considera que el juicio en las cortes ecuatorianas estuvo marcado por una trama de fraude en su contra.

Para Fajardo, Chevron pretende, con este tipo de recursos, evadir su responsabilidad en el grave daño ambiental que los demandantes le atribuyen haber dejado en las zonas de extracción de crudo que operó en la Amazonía ecuatoriana entre 1964 y 1992.

Según los demandantes ecuatorianos, la gigante petrolera estadounidense no solo causó graves daños a la naturaleza, sino que provocó numerosas enfermedades.