El rector de una universidad pública ha pasado un bochornoso momento pues las imágenes de su participación en una celebración privada por el día del padre -que incluyó bailarinas muy sensuales y desinhibidas- se hicieron virales en las redes sociales. Es claro que no cometió ningún delito porque no realizó nada reñido con la moral. Lo que pasa es, como dice el dicho: “Dios perdona el pecado pero no el escándalo”, la velada fue grabada y usadas las imágenes con fines -como vimos- nada alentadores. Lo importante es que dicha autoridad académica salió al frente a disculparse por si alguien se sintió afectado por dichas imágenes. Lección aprendida entonces.
Diana Cascante