A bordo. El capitán del Guayas en una de las cubiertas del buque.

Un guayaquileno esta al mando del Guayas

Dice que la primera vez que vio al Buque Escuela Guayas era aún un niño que soñaba con cualquier cosa, menos con aquello de ser uno de los tripulantes de esta embarcación a vela. Fue diferente cuando cumplió los 21 años y había terminado como un guardi

Dice que la primera vez que vio al Buque Escuela Guayas era aún un niño que soñaba con cualquier cosa, menos con aquello de ser uno de los tripulantes de esta embarcación a vela. Fue diferente cuando cumplió los 21 años y había terminado como un guardiamarina en el crucero internacional hacia Australia.

“Fue en esos días que se me ocurrió la idea de llegar a ser parte de la dotación de esta embarcación, y por qué no, cumplir con lo que todo oficial de la Marina aspira: ser su comandante. He cumplido el sueño”.

Walter Gómez León celebró el pasado jueves sus 52 años de vida. Lo hizo ya al mando del Guayas, la embarcación que acodera junto al muelle del Club Naval, a menos de dos semanas de haber regresado de cumplir una de las máximas hazañas: la primera circunnavegación por los cinco océanos del planeta.

Es el mayor reto de esta embarcación que lleva 39 años recorriendo los mares con la bandera tricolor a bordo y la que por los próximos dos años estará capitaneada por este guayaquileño. “Soy el único militar en mi familia. Mis raíces están en el campo. Si hubiese sido por tradición, tendría que haber sido un ingeniero agrónomo, como mi abuelo y mi padre, que son agricultores de la zona de Samborondón. Pero por cosas de la vida me llamó el mar y aquí estoy”.

El capitán tiene también sus propios retos. Por los costos, pasará mucho tiempo para que se vuelva a cumplir una travesía tan larga (294 días) como la que se ejecutó hasta hace poco. Pero habrán varias. La que mayormente le preocupa al comandante Gómez es la travesía Velas Latinoamérica 2018.

“La idea es que la embarcación esté totalmente a punto para esa travesía que parte de Río de Janeiro (25 de marzo) y da la vuelta en Veracruz (México), el 2 de septiembre”.

Un tiempo en el que el Guayas deberá someterse a dos procesos de mantenimiento y habrá que preparar a los posibles relevos de la tripulación.

“No cualquiera llega a ser parte de la dotación de este buque. Por lo común, cumplen hasta cinco y seis años en el cargo. Se requiere cumplir un nivel de capacitación”.

Para los 120 marinos asignado al buque, este es como un segundo hogar. La mayoría cumple horario entre las 07:30 y las 16:30. Pero siempre hay marinos en la embarcación. Entre la tarde, la noche y la madrugada, treinta se quedan de guardia, resguardándola.

“Aquí comemos y hasta desayunamos”, dice el capitán Gómez, para quien esta no es la primera designación en el buque. Entre el 2013 y el 2014 cumplió el cargo de segundo comandante, pero además de su estadía como guardiamarina, estuvo como instructor delegado de la Escuela Superior Naval.

“Somos un equipo. Solo así es posible que esta embarcación se mueva en mar abierto, donde solo tenemos el cielo y el viento para llegar a puerto”.