Regular la importación de pescado es la clave
Se exigirá trazabilidad al producto que llega para internación temporal. Una misión irá, en febrero, a la Unión Europea.
Cañicultores exigen el pago de las azucareras
Leer másSi Ecuador exportara solo la pesca que llega en los barcos de bandera nacional no estaría padeciendo y esperando que la Unión Europea (UE) no le saque la tarjeta roja. El problema es lo que ingresa como internación temporal con fines de reexportación (maquila, internación temporal con perfeccionamiento activo).
Anualmente Ecuador procesa y exporta unas 500 mil toneladas métricas, de esas el 50 % es capturado por las 115 embarcaciones atuneras registradas en la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), es decir, barcos que llevan a bordo un observador del organismo, que no realizan lances sobre delfines, que tienen a su personal asegurado, que la tripulación cuenta con certificados (OMI) de seguridad para trabajar en el mar, tienen monitoreo constante y hacen al menos una veda al año.
A pesar de que se conocía desde hace ya mucho tiempo la situación y de los talleres que se hicieron con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) sobre este tema, el Gobierno nada hizo. ¿Por qué?
“La CIAT es una organización muy exigente y le exige cada vez más a los pesqueros ecuatorianos el cumplimiento de requisitos. Les quitaron las cubas multipropósito porque antes se almacenaba allí combustible para darle mayor autonomía a los barcos, luego de quitarles las cubas les pusieron mayores condiciones y exige el sistema de rastreo satelital.
Al pescador ecuatoriano se le ha encarecido su operación, pero ha cumplido”, explica José Modesto Apolo, exministro de Industrias, Comercio, Integración y Pesca (Micip) y experto en el tema.
Es posible revertir la tarjeta amarilla. El sector productivo se está moviendo en equipo con el sector público. El Comex y el ministro de Comercio están haciendo su trabajo.
Según el presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo, el problema no viene de los pescadores nacionales, sino de lo que se importa sin registro de origen, sin certificados.
“El problema es falta de control a la importación, sobre todo en contenedores, esa pesca que se compra para ser procesada es la que se sospecha que es pesca ilegal o pesca no autorizada. Hay 700 importadores y 20 plantas procesadoras. De esa pesca es de la que se queja la UE; no hay documentación que pruebe la trazabilidad del pescado que se procesa, puede ser pescado basura el que se procesa y que luego enlatado o envasado se exporta a la UE”.
Para Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), Ecuador debe tomar las medidas para que el pescado que entre a las plantas procesadoras nacionales lo haga con las mismas condiciones que la Unión Europea exige a los pescadores ecuatorianos para exportar.
capturó la flota ecuatoriana atunera al 29 de septiembre de 2019 en el Pacífico Oriental