El temblor dejó a 60 mil afectados inscritos en el Registro Único del Damnificado (RUD) del MIES en la Zona 4 (Manabí-Santo Domingo de los Tsáchilas).

Damnificados del terremoto solo habian recibido dos pagos hasta la primera semana de septiembre

El terremoto del 16 de abril dejó a 60 mil afectados inscritos en el Registro Único del Damnificado (RUD) del Ministerio de Inclusión Social (MIES) en la zona.

El vacío que laceraba su estómago no solo era por el hambre. Pasaban las 14:00 y no había desayunado ni almorzado. Se había levantado a las 06:00 y al mediodía había recorrido cuatro entidades bancarias. En todas recibió la misma respuesta: su pago no estaba listo.

Las tripas le rugían, pero Marcos Ponce no se movería de la fila del BanEcuador, en Portoviejo. Necesitaba los 100 dólares del Bono de Alimentación y, sobre todo, saber si su arrendataria podría cobrar los 135 del Bono de Alquiler, que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) entrega en teoría desde mayo pasado a afectados por el terremoto del 16 de abril.

Junto al albañil, de 55 años, varios usuarios renegaban porque supuestamente la institución no les había asignado los pagos en julio ni en agosto, y otros no habían cobrado nada hasta la primera semana de este mes.

El temblor dejó a 60 mil afectados inscritos en el Registro Único del Damnificado (RUD) del MIES en la Zona 4 (Manabí-Santo Domingo de los Tsáchilas). Han pasado cinco meses desde entonces, pero hasta el 6 de septiembre solo se habían realizado dos pagos.

Sin embargo, en la web de la cartera de Estado se anunció que la primera entrega (primer mes) se iniciaría desde el 26 de mayo pasado. En la misma publicación también se determinaba que “el bono de acogida y alquiler será adjudicado mensualmente” y que los pagos “no serán acumulativos”.

Respuesta oficial

Julieta Arboleda, coordinadora de esta secretaría en la zona 4, explicó que en el primer mes de asignación de bonos (mayo), más de 14 mil personas fueron beneficiadas, pero ocurrió un desfase en el período siguiente.

“En el segundo pago había que hacer la verificación (constatar que los damnificados continúen viviendo con las familias acogientes o de alquiler). Pero nos resultó muy corto realizar en 15 o 20 días la constatación de 14 mil familias. Imposible. Nos encontramos en el camino con ese inconveniente y tuvimos un desfase y a las familias les entró la desesperación, la desconfianza porque no les pagaron. Pensaron que si cobraron el 3 de junio cobrarían el 3 de julio”, aclaró la funcionaria, a pesar de que en la web se detalla que la ayuda llegaría cada mes.

Al menos esto es lo que pensó Marcos, cuya casa colapsó en la tragedia. El derrumbe lo obligó a vivir durante cuatro meses en el parque Cayambe de la capital manabita, hasta que le avisaron de que podía cobrar el monto que el Gobierno ofreció a los damnificados.

Según Marcos, se inscribió en el Registro Único del Damnificado (RUD) en abril, apenas supo de la ayuda. Pero no recibió dinero hasta el 2 de agosto pasado, cuando pudo al fin alquilar una vivienda.

Un mes después, la incertidumbre agrandaba el hueco en su estómago. Era 5 de septiembre y ni el bono de alimentos ni el de alquiler le habían sido aprobados. “La persona (que le alquila) me va a cobrar y si no le pago, me va a botar. Entonces, ¿dónde me voy? ¿De nuevo al parque?”, repetía.

Estaba angustiado porque temía volver a las noches frías e inseguras de la plaza. “Nosotros necesitamos porque somos pobres. Así sea que no nos den para la comida, esa la rebuscamos. Pero el arriendo, no”, sentenció preocupado.

Para Arboleda, la falta de información genera que los damnificados como Marcos entren en “desesperación”. Por eso les recomienda acudir al MIES cuando en las ventanillas bancarias les informen que su pago no está listo.

Pero aquel día, Marcos hizo lo que sugirió la coordinadora. Luego de que le negaron el dinero en la primera institución bancaria, acudió al MIES y de allí supuestamente le dijeron que fuera a otro banco.

No solo fue a uno, se presentó en tres, y en el último tuvo que aguantar más de dos horas de una “caída del sistema” de pagos del MIES, que lo tenía más preocupado de volver a casa con las manos tan o más vacías que su estómago.

No reciben pagos

Mayra Cedeño no aguantó más. Encabezaba la formación, pero frunció el ceño; dejó caer sus brazos, que permanecieron cruzados casi el mismo tiempo que colapsó el sistema del MIES; y le anunció al guardia que luego regresaría.

La madre de familia, de 22 años, acudió al banco a las 07:00 con la esperanza de cobrar, pero se fue peor que como había llegado, sin dinero y con el sinsabor de haber aguardado siete horas en vano.

“Recién el sábado (3 de septiembre) llamaron a mi papá para que viniera a cobrar, porque si no el pago se me perdería”, dijo la chica que habitaba en la ‘Zona Cero’. Ahora vive acogida por su papá, quien además se quedó sin empleo porque su panadería también estaba ubicada en el centro portovejense, sector que fue el más afectado por el sismo.

Ninguno de ellos había recibido un solo centavo del Gobierno hasta ese lunes 5 de septiembre, en que el cansancio empujó a Mayra a retirarse. Para los afectados que no han cobrado nada, Arboleda recalcó que “este es un bono temporal de seis meses (el de Acogimiento/Alquiler) y van a recibir los seis”. Además, aseguró que la entrega de bonos se normalizaría a partir de septiembre.

Pero entre tanto, damnificados como Marcos y Mayra no solo deben soportar la pena de haber perdido sus hogares. También contemplan preocupados el retraso en los pagos, que para ellos significan un mes más de seguridad bajo un techo o que la olla con comida alcance para todos.

Julieta Arboleda

Coordinadora Zonal 4 del MIES

¿Por qué hubo un retraso en el pago a algunos damnificados?

Porque se decidió que la verificación (constatar que las familias sigan en el hogar acogiente) se hiciera entre el segundo y tercer pago. Hemos conocido casos en los cuales las familias acogientes siguen cobrando el bono, pero los damnificados no están con ellos, regresaron a albergues o se fueron con otras familias.

Damnificados denunciaron recibir llamadas en las que se les decía que si no cobraron en un mes, ese monto no se lo reembolsarían... ¿Es cierto?

No creo, no creo que (funcionarios del MIES) llamen y les digan que no les van a pagar. Lo que sí era que se llamaba a pedir que acudan a entidades bancarias. Ellos se acercaban y no cobraban porque tuvimos inconvenientes, pero eso se solucionó.

¿Qué pasa con las personas que cobraron el primer mes y el segundo no? ¿Ese bono se pierde?

No. Hay que tener la confianza, la seguridad de que esto está financiado. El bono temporal es por seis meses y los seis meses se van a pagar. Se está viendo la posibilidad (para las familias que no cobraron el segundo mes) de que en septiembre se paguen dos meses, pero todo hay que sustentarlo.

Entonces, ¿los meses en los que no se ha pagado no se perderán?

No, jamás. Solo tuvimos el desfase por la verificación.

¿Qué deben hacer los damnificados que no son bien tratados en los hogares acogientes?

Por eso es importante la verificación y el acompañamiento que está haciendo el MIES para que esto no ocurra. Para eso se firma un convenio, porque tienen que darles unas condiciones adecuadas a los damnificados.

¿Qué pasa con las personas que aún no han cobrado (primera semana de este mes)?

El bono es de seis meses (acogida y alquiler) y seis meses van a recibir. Hay personas que cobraron (su primer monto) en junio, otras en julio.

Eso quiere decir que si empecé a cobrar en agosto...

Ese es su primer pago (de 3 o 6).

Entonces la cifra del primer pago se actualizaría..

Todos los días.