Babahoyo. Las grandes casas comerciales han optado por incluir la matriculación en cada moto vendida.

El control a la venta de motos se reduce lejos de Guayaquil

Propuestas. Las motos tienen un costo mínimo de 800 dólares. El crédito es de 12, 18 y 24 meses. La entrada oscila entre los 100 y 200 dólares.

Una parte de las 6.000 motocicletas que permanecen en los cuatro Centros de Retención Vehicular (CRV) de Guayaquil es por circular sin la placa o carecen de la respectiva documentación. La mayoría se mantiene en los patios desde hace más de dos años, debido a que el conductor no justifica la propiedad del vehículo.

Parte de las unidades fueron adquiridas fuera de Guayaquil, aprovechando que pequeñas casas comerciales ofrecen facilidades de pago, con la condición de que el comprador gestione la matriculación de la moto una vez entregada.

Uno de los pedidos que hizo la ATM a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) es que dialogue con los municipios para que se preocupen en la regulación de las motocicletas. Ese llamado sigue en espera.

Sin embargo, en cantones guayasenses como Durán, Daule, Nobol, Playas y Samborondón; así como el riosense Babahoyo, se va aplicando la venta del liviano vehículo con su respectiva matrícula y placa.

Pero parte de esa tarea es por iniciativa de las grandes casas comerciales, para evitar una posible sanción de las autoridades de tránsito.

“Al cliente le indicamos que debe esperar entre cinco y ocho días para que pueda retirar su nueva moto”, indica Israel Viejó, asesor de ventas de un almacén de Samborondón, quien comenta que no otorgan crédito a personas que mantienen deudas por infracciones de tránsito.

A las autoridades les toca centrar su mirada a las pequeñas comerciales, debido a que la mayoría entrega al cliente la carta de venta para que efectúe el trámite personalmente, el cual en ocasiones ‘olvida’ hacer.

Un equipo de Diario EXPRESO comprobó que en locales de cantones como Quevedo son más importante los documentos personales del usuario, como la cédula de identidad, carné de votación y planilla de servicios. Es la mejor manera para ‘vigilar’ y recuperar el vehículo en caso de mora.

Parte de la clientela proviene de cantones cercanos de Quevedo, como Buena Fe, Quinsaloma, Valencia, La Maná, Balzar, Pichincha, Mocache, Moraspungo y Ventanas.

Hasta hace unos cinco años prevalecían en el cantón riosense los establecimientos que comercializaban a crédito motocicletas usadas. Pero esos negocios empezaron a quebrar debido a la falta de pago de los deudores y a los problemas legales de los vehículos.

El presidente del Comité Promejoras de El Recreo (Durán), Víctor Hugo Uribe, considera que el control en las motocicletas no debe centrarse solo en si es que sale o no del almacén con la respectiva placa. También debe pensarse en el adecuado uso del vehículo.

Uribe cita como ejemplo que las calles de su sector se convierten en una pista de carrera, siendo una de las causas de los accidentes de tránsito.

La venta de motos es un negocio rentable en los cantones. Por ejemplo, solo en cuatro cuadras de la avenida 5 de Junio, en Babahoyo, hay una decena de locales que las comercializan.

Estrategia

Las facilidades de pago permiten el acceso a la moto. Por ejemplo, el agricultor riosense Rafael Vera más tardó en reunir los 100 dólares de entrada que el proceso de aprobación del crédito.

Demanda

En los cantones, la mayor clientela de motos proviene de las zonas rurales. El ejecutivo de venta de Motor 1, Diego Merelo, señala que el uso del vehículo va reemplazando al caballo de manera paulatina.

Proceso

Desde el 2015, la Unidad de Tránsito Municipal de Playas obliga que las casas comerciales se encarguen de la matriculación. El problema persiste en los vehículos adquiridos antes de esa fecha.

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