Megasede. En el auditorio del colegio Vicente Rocafuerte, estudiantes de cuatro colegios rendían la prueba.

Los colegiales, con el peso de lo que se juegan en la prueba

Hubo nerviosismo en el primer día del examen Ser Bachiller, que determina la graduación y el ingreso a la universidad. El test de tres horas inició con retraso.

Con la mirada clavada en la pantalla del computador y con una de sus manos sujetando su frente, Leticia Macías, estudiante de tercero de bachillerato del colegio fiscal Ati II Pillahuaso, trata de resolver las 160 preguntas que contiene la prueba Ser Bachiller. Se muestra nerviosa. Sabe que de eso depende su puntaje para graduarse y luego postular para una carrera en universidades o institutos tecnológicos públicos del país.

En los tres laboratorios de cómputo de esa institución educativa, que cuenta con 403 alumnos del último año de bachillerato, había 66 jóvenes que, durante la mañana de ayer, realizaban esta actividad con el mismo objetivo. Tenían 180 minutos para lograrlo.

Leticia y sus compañeros ingresaron a las 07:00 al laboratorio de computación; pero debido a fallas en el sistema informático, el test arrancó pasadas las 08:30.

Personal del Instituto Nacional de Evaluación (Ineval), responsable de receptar la prueba, vigilaba de cerca que el proceso se cumpliera sin contratiempos y que los jóvenes no hubieran ingresado con dispositivos electrónicos que atentaran contra la seguridad del examen.

Durante tres horas la sala permaneció silenciosa. Nadie se atrevía a levantar su mirada del computador. De vez en cuando algunos alzaban la mano para pedir permiso para ir al baño. La licencia era otorgada, pero debían salir en compañía de algún maestro, quien vigilaba que en ese trayecto el chico no buscara la respuesta a alguna de las preguntas.

Cuando faltaban 30 minutos para que se cumpliera el tiempo previsto para la evaluación, Leticia salió sonriente y levantando en sus manos una hoja impresa que mostraba los 130 aciertos obtenidos. “Creo que voy bien”, dice, mientras explica que los ejercicios de Matemáticas estaban complicados y que los de Lenguaje no tanto. Sin embargo, menciona que dominio científico y aptitud abstracta fueron las áreas en las que tuvo más dificultad para resolver las preguntas.

Su compañera, Betty Mollolema, salió detrás de ella y algo apesadumbrada indicó que solo tenía 100 aciertos. Ella quiere estudiar Medicina y para ello necesita obtener una excelente nota que le brinde más opciones de lograr su meta. “Ojalá que estos aciertos me den un alto puntaje”, exclama.

En otros planteles de la ciudad, los estudiantes también estaban nerviosos, pese a que durante todo el año lectivo fueron capacitados a través de pruebas simuladas y de conocimientos impartidos por sus maestros. Muchos asistieron a academias privadas.

A nivel del régimen Costa, 280.239 jóvenes deberán rendir el examen hasta el próximo lunes 21 de enero. De ellos, 166.834 son estudiantes de tercero de bachillerato y 117.405 son graduados de años anteriores. Los resultados serán entregados a mediados de febrero, según informó el Ineval.

Datos

Megasedes

Acoger a los estudiantes que no tienen laboratorios de computación en sus respectivos colegios.

El promedio

Para graduarse, el bachiller debe obtener una nota mínima de 7/10, promediada del 30 % obtenida en el subnivel de básica superior, 40 % de los tres años de bachillerato y 30 % de la Ser Bachiller. Además, debe aprobar las actividades de participación estudiantil.