Repensar las FF. AA.

Las fuerzas militares no pueden continuar en los cuarteles sin los equipos y recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones con la sociedad ecuatoriana’.

Si las Fuerzas Armadas por mandato constitucional no pueden complementar el trabajo de la Policía Nacional, el Gobierno central debe repensar su estructura, formación y equipamiento, para que estén acorde a las necesidades del Estado actual que, aunque ya no tiene conflictos territoriales con sus vecinos, debe enfrentar otras amenazas externas como el narcotráfico y el crimen organizado transnacional, el contrabando, la trata de personas y la minería y la pesca ilegales.

El mando político tiene que analizar si cabe aún la distribución de hombres por fuerza terrestre, marítima o aérea, como es ahora, o si hay algún otro planteamiento que permita brindar una mayor seguridad en las múltiples fronteras que deben vigilar.

El permanente cuestionamiento ciudadano de qué hacen miles de militares en los cuarteles si no pueden combatir el crimen, debe llevar a las autoridades a un replanteamiento integral de sus actividades y de lo que necesitan para cumplir con sus obligaciones. Nada se logra teniendo tantos uniformados en las unidades si estos no tienen ni las armas, ni los equipos ni los medios de transporte necesarios (vehículos, lanchas y aviones) hasta para los hacer los entrenamientos.