Sao Paulo. Manifestantes protestan con muñecos gigantes de Rousseff.

Maratonica sesion por suspension de Dilma

Tras meses de una crisis política que tiene en vilo al gigante sudamericano, el plenario de la Cámara alta debatió hasta la noche de ayer si la presidenta debe ser juzgada por cometer un “crimen de responsabilidad” al utilizar préstamos de bancos estat

Tras meses de una crisis política que tiene en vilo al gigante sudamericano, el plenario de la Cámara alta debatió hasta la noche de ayer si la presidenta debe ser juzgada por cometer un “crimen de responsabilidad” al utilizar préstamos de bancos estatales para tapar agujeros del presupuesto durante su campaña a la reelección.

La Corte Suprema rechazó ayer un recurso presentado por el Gobierno para anular el impeachment de la mandataria Dilma Rousseff, informó un portavoz del máximo tribunal.

El juez Teori Zavascki “negó el pedido para emitir una medida cautelar que suspenda el proceso”, declaró el responsable.

La decisión fue adoptada un día después de que el Gobierno presentara el recurso, mientras el Senado debate el inicio de un juicio político a la presidenta por maquillaje de las cuentas públicas.

Si el Senado aprueba por mayoría simple de 41 votos la apertura de un juicio político, tal como está previsto, Rousseff será apartada del poder por hasta 180 días, a la espera de una decisión definitiva de parte de los senadores.

La presidenta está acusada de cometer un “crimen de responsabilidad” al utilizar recursos de bancos públicos en 2014 y 2015 para tapar agujeros fiscales, pero su defensa asegura que es una práctica que ya fue realizada por otros presidentes en el pasado y denuncia que todo el proceso es un “golpe parlamentario” para derrocarla.

En un desesperado intento por impedir que la presidenta sea alejada del poder, el régimen pidió al Supremo Tribunal Federal anular el procedimiento de impeachment a través de un recurso presentado por la Abogacía General del Estado.

El pedido aseguraba que el proceso debía ser anulado porque el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, suspendido la semana pasada por obstruir investigaciones de corrupción en su contra, aceptó abrir un juicio de destitución contra Rousseff por “venganza” personal en un acto de “desvío de poder”.

“La invocación de desvío de poder como causa reclama una inmersión en el plano subjetivo del agente responsable por el acto, actividad que es prácticamente inviable cuando el acto bajo reclamo representa la voluntad conjunta de casi 370 parlamentarios”, dijo el juez en su fallo, aludiendo a la votación del 17 de abril en la Cámara. Ese día, una sólida mayoría de 367 de los 513 integrantes de la Cámara baja aprobaron la apertura de un juicio contra Rousseff y el proceso pasó al Senado.

“Los actos del presidente de la Cámara, inclusive acoger la denuncia contra la presidenta de la República, fueron después refrendados en diversas instancias de la Cámara de Diputados”, insistió el juez al rechazar los argumentos del Gobierno.

Hasta el cierre de esta edición continuaban los debates; sin embargo, el senador Humberto Costa, jefe del grupo del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara alta, admitió tácitamente que Rousseff será sometida a un juicio político y anunció una “oposición muy firme” al Gobierno que hoy pudiera asumir el vicepresidente, Michel Temer.

Ambiente lúgubre en el gabinete

Un vacío fantasmal invadía ayer el gabinete de la presidenta Dilma Rousseff en Brasilia, en las horas previas a que el Senado apruebe, casi con toda seguridad, la suspensión de su mandato.

La impresionante Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, que reúne tres edificios diseñados por Oscar Niemeyer -el Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo), el Congreso y la Corte Suprema-, estaba completamente vacía, rodeada por una valla policial que impide el acceso de la ciudadanía.