Personaje. Carolina María de Jesús, una de las figuras de la historia negra de Brasil, y la actriz Andréia Ribeiro.

Una ‘blanca’ da vida a una heroina negra

Una actriz de piel clara interpreta estos días en un teatro de Río de Janeiro a una de las grandes figuras de la historia negra brasileña.

Una actriz de piel clara interpreta estos días en un teatro de Río de Janeiro a una de las grandes figuras de la historia negra brasileña. El personaje es Carolina María de Jesús, que durante los años cincuenta describió su vida en una favela en unos diarios que se fueron publicando a lo largo de décadas. Fue el primer documento que mostraba en primera persona la desagradable realidad de ser mujer, negra y pobre en este país; y a la vez con cuanta dignidad podía sobrellevarse esta circunstancia. La actriz que la interpreta en 2017 se llama Andréia Ribeiro y, como pudo observarse en unas fotos que se han hecho virales en los últimos días, tiene una cara mucho menos oscura que el personaje histórico.

Cuanto más populares se hacen esas fotos más saltan las alarmas. De los muchos tuits que hay sobre el asunto, uno fue compartido más de 6.500 veces (en parte porque el actor africano Atandwa Kani, lo hizo suyo). Un post en Facebook, 2.500. Stephanie Ribeiro, una arquitecta negra lamenta que la norma en Brasil sea que los actores negros interpreten a bandidos o malhechores. Cuando el personaje es un negro con talento, lo hace un blanco.

El Brasil de 2017 lleva siglos mezclando cientos de culturas en orden desigual y ver a alguien aprovecharse públicamente de la lucha de una persona menos privilegiada es un problema conocido. Los críticos sostienen que cuando un actor blanco hace de personaje negro se está impidiendo que el público negro cuente su propia historia y se les está diciendo a los blancos que todas las historias son la suya.

Sin embargo, los descendientes de Carolina María de Jesús defienden la obra. Andréia Ribeiro, que lleva haciendo el papel de la escritora desde 2015, no es una actriz contratada para ello: es la persona que escribió el libreto, contactó con los familiares y consiguió la aprobación de la descendencia de Carolina María de Jesús. Y no es una mujer blanca.

La hija de De Jesús, Vera Eunice, defiende a la dramaturga, que es hija de un hombre negro: “Ha conseguido plasmar la importancia de leer a Carolina”, aduce en una entrevista con El País. Propietaria de los derechos de su madre, añade que se está viviendo un redescubrimiento de sus obras y que piezas como la de Ribeiro son oportunidades de oro para que la siguiente generación conecte con el legado de la autora.

La dramaturga también recuerda que este no es un trabajo cualquiera. “Es el proyecto de mi vida”, matiza. A la vez, afirma que si ella asumió el papel fue solo porque no tenía dinero para contratar a una actriz. Estrenó su pieza hace dos años en Uberlândia, en el Estado de Minas Gerais, a pocos kilómetros de donde había vivido Carolina María de Jesús, y no recuerda haber suscitado ningún problema hasta ahora.

Esto no satisface a muchos de los críticos: algunos, como Stephanie, insisten en que, a efectos prácticos, se sigue ocultando la raza de Carolina. Pero admiten que es menos nocivo de lo que parece desde fuera. En el peor de los casos, sirve de recordatorio de que en una sociedad despierta la justicia social es rara pero los casos sin matices lo son más.