Guayaquil - Sí señores, arranca una nueva temporada en el Miguel Salem Dibo con un fervor pocas veces sentido antes, con un deseo de llegar a estratos superiores que tiene su fundamento en la férrea unión de los diversos estamentos que la conforman, en el progreso constante de la Crianza Nacional, en el buen comportamiento del cuerpo de profesionales, en el invariable aporte de los dueños de caballos y en la fidelidad de una afición que pone un marco de esplendor en las tardes de carreras.

Carrerista no es cualquiera, hay que tener corazón... dice el afamado Héctor Gagliardi en su poema a Leguisamo, el “burrero” es una raza especial de gentes que se vuelca tarde a tarde a vivir una pasión heredada muchas veces de sus progenitores, es un amor que se lleva hasta el final con un estoicismo a toda prueba, que, en el caso de los guayasenses, ha permitido ubicar al turf en un lugar de privilegio escoltando al balompié como espectáculo y número de asistentes.

Bienvenido este 2016, a continuar adelante haciendo cada vez mejor buena letra, buscando superar lo del año anterior que nos puso nuevamente en la Fiesta del Caribe donde sobresalió nuestro Canelazo figurando, más allá de problemas en carrera, en el “Velocidad”.

El Pollón tiene acumulado. Buen arranque, con 1.605,80 dólares en caja, esta apuesta que tiene un costo unitario de apenas diez centavos, será sin duda alguna la jugada preferida de los aficionados en la fecha inaugural de la temporada, en la que también tienen sendos pozos las dos Cuádruples Especiales, la primera con 361.54 y la segunda con 1.045,17 dólares.

De igual manera, la Supertrifecta que juega en las ocho carreras, parte con un acumulado que asciende a 232,65 dólares. SDP