La fraternidad en el mundo

No es fácil cuidar la vida interior de cada uno. Los aires no son muy propicios para el silencio, el tiempo para dedicarnos a nosotros es también escaso, y tampoco solemos tener espacios adecuados para escucharnos a la hora de compartir vivencias. Ante esta bochornosa realidad, nos conviene reflexionar para vencerse a sí mismo, y reconstruir otros horizontes más fraternos, capaces de establecer puentes de unión entre culturas y caminantes. Naciones Unidas, en más de setenta años, ha evitado la tercera pesadumbre global. Ojalá surgieran otros referentes aglutinadores para poder fraternizarnos de una vez por todas.

Víctor Corcoba Herrero

España