En la actualidad compite en mercados internacionales con la pitahaya y guanábana. Desde septiembre a enero es el ciclo donde la fruta se cosecha en los campos de la Península.
Casi la mitad de los trabajadores del sector están entre los 45 y 65 años. Mientras que la tercera parte de los jornaleros son personas de la tercera edad.
La cosecha arranca con malas expectativas. Una baja siembra, como efecto del alto costo de insumos, y las plagas disminuirían hasta en un 40 % su oferta.