Desde las 06:00 de este viernes, 29 de marzo de 2024, empezaron a llegar decenas de personas hasta el Colegio San Andrés, ubicado en la parte posterior de la Iglesia San Francisco, en el Centro Histórico de la capital.

A su llegada recibieron los trajes para participar en la procesión Jesús del Gran Poder. Esta tradición religiosa tiene 63 años de historia, data desde 1961 y es organizada por la comunidad franciscana.

A pesar de la lluvia y el frío que acompaña a este Viernes Santo, los feligreses apenas llegaron se cambiaron. Unos visten de cucuruchos, que representan a los penitentes, vestidos de morado, que simboliza el arrepentimiento y voluntad de cambio. Otras personas llevan el traje de Verónica, que recuerdan a la mujer que limpió el rostro a Jesús mientras se dirigía al Calvario.

Tras el cambio de vestimenta, las cerca de 1.500 personas inscritas se forman en pelotones y luego, cerca de las 10:00, cruzarán por el pasaje de la Amargura que conecta con la Iglesia. Se ubicarán en el exterior y a las 12:00 iniciará el recorrido de la procesión penitencia. Así lo explicó Sandro Luzuriaga, director del Museo Franciscano.

Antes de que asistan los feligreses, la Policía Nacional despegó un dispositivo de seguridad al interior y exterior del Claustro de San Francisco, y en las calles aledañas del Centro Histórico.

Ricardo Garzón, voluntario de la comunidad de Jesús del Gran Poder y parte de la Comisión de Comunicación, explicó que la logística de seguridad se armó debido a que el país se encuentra en estado de excepción, por lo que se coordinó con el Municipio de Quito y la Policía Nacional.

Hay 56 efectivos de la Policía resguardando la seguridad al interior del Colegio y el Convento, mientras en los exteriores hay cerca de 2.500 servidores policiales. Además, un equipo antiexplosivos de la Policía hizo un recorrido interior para revisar las instalaciones, acompañados de canes.

Jinsonp Fernández, de 44 años, lleva el traje de cucurucho por varios años que ya ni recuerda. Contó que comenzó cuando su hijo tenía alrededor de 5 años y enfermó, ahora tiene 24. "Salgo porque hice una promesa a Jesús del Gran Poder porque mi hijo se encontraba delicado de salud y dije hasta cuando me den las fuerzas. Es algo gratificante", afirmó.

Además, espera que la situación de inseguridad en el país mejore: "Tenemos que luchar contra la delincuencia y tanta corrupción, tenemos que ser más fuertes", señaló. Cree que cada año disminuye las voluntades frente al dinero y observó que hoy llegó menos personas para participar vestir los trajes. Sospecha que eso se debe a la lluvia.

Freddy Gallardo, ciudadano de Quito, dijo que llegó hasta el Convento por la fe que tiene él y su familia. Participó en el rezo de las nueve estaciones que se desarrolló en el patio del Claustro.

Asiste a la procesión desde hace 15 años, en esta ocasión pedirá por la paz en todo el país. "Deberían tomarse medidas más fuertes y permanentes para que se pueda controlar la ola de violencia", indicó sobre el último amotinamiento en la cárcel regional de Guayaquil. Coincidió en que este años se ve menos gente en las actividades previas a la procesión y cree que es por la lluvia.

Hasta las 09:18, los participantes inscritos para la procesión continuaban formados a la espera de colocarse en la parte frontal de la iglesia de San Francisco.

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