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Lecciones de un inmortal

Avatar del Gaitán Villavicencio

Dice César Vallejo en su poema Masa: “Al fin de la batalla/ y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre/ y le dijo: ¡“No mueras, te amo tanto” !” / Pero el cadáver ¡Ay!, siguió muriendo”. Desmond Tutu no pudo romper las leyes del destino humano y falleció el 26 de diciembre pasado, tras una larga vida de 90 años. Fue clérigo anglicano, pacifista, luchador inclaudicable contra el régimen del apartheid, defensor de los DD. HH., primer arzobispo negro de Ciudad del Cabo, Premio Nobel de la Paz en 1984, presidente de la Comisión para la Verdad y Reconciliación -que creó el expresidente Mandela, cuyas convicciones compartió-. Como señaló el actual presidente sudafricano, “que es parte excepcional e imprescindible de la historia de nuestro país y del África”; y agregamos, como de la humanidad, por eso su inmortalidad. Estas lecciones nos dejó: 1.- Nació en 1931, vivió su niñez, adolescencia y adultez bajo las leyes racistas del colonialismo británico, pero particularmente del Estado del Apartheid afrikáner, brutal sistema de segregación racial impuesto por una minoría de supremacistas blancos entre 1948 y 1992, contra el cual luchó tenazmente a nivel interno e internacional. Encabezó en los 80 la campaña mundial por la liberación de Mandela y el boicot internacional contra el régimen del apartheid. 2.- Por su firmeza, bondad, inteligencia e integridad, desde que se ordenó en 1961, empezó a destacarse en la Iglesia anglicana, lo que lo llevó a secretario y luego a presidente del Consejo de Iglesias de Sudáfrica y posteriormente, en 1986, a arzobispo. Nunca renegó de su origen humilde y desde 1975 residió en el gueto de Soweto, para apoyar a su pueblo. Todo esto fortaleció su figura y le permitió enfrentar desde la desobediencia civil a los gobiernos racistas y sus fuerzas represivas. 3.- Junto con Madiba y de Klerk crearon la nación arcoíris, como la llamó, a través de una transición pacífica y concertada con la elección democrática de 1994 del primer gobierno sudafricano negro. En su informe de la Comisión de la Verdad denunció las violaciones a DD .HH. cometidas por ambos bandos, señalando que la reconciliación debe basarse en la verdad y el perdón.