Son los campeones del mundo y se llevan el oro a casa. El Team Ecuador de cheerleader compitió el pasado 22 de abril en Orlando y esperan que su reconocimiento no quede en felicitaciones. Necesitan acciones gubernamentales, pero la respuesta que reciben es siempre la misma: Que no conocen el deporte o que no hay dinero.

Pamela Chang tenía nueve años cuando vio por primera vez un entrenamiento de cheerleader. Un deporte que combina la gimnasia, acrobacias y baile; pero que se coordina entre saltos, mortales, formaciones y movimientos rápidos. 

Todo sobre una colchoneta que mide aproximadamente 14 x14 metros. Un espacio donde se deja, como dice la canción: "Alma, corazón y vida". Porque una vez que te paras sobre el tapete, ya no llevas nombre propio, representas una nación.

Para ella, hoy es más que una presentación o competencia, es una vida en familia y destaca que practicar este deporte implica disciplina, dedicación y concentración. Un trabajo en equipo que da frutos cuando hay coordinación.

Su amor por este deporte hizo que fuera atleta, coach y ahora a sus 39 años la presidenta de The Adventure Brand y vicepresidenta del International Cheer Union (ICU) en Ecuador. Conoce de primera mano lo que el sacrificio y amor al deporte le ha dado a través de los años.

Desde el 2010 junto a Bianca Andrade y Rodrigo Cornejo decidió constituir la empresa que un año después llevaría a Ecuador competir internacionalmente como nación, tanto en 'cheer' como en danza.

"Fue a partir del 2013 y 2014, cuando Ecuador empezó ganando campeonatos en primer, segundo y tercer lugar", menciona Pamela, y que las medallas de bronce y plata que han ganado son la prueba de los resultados que como equipo han alcanzado por su constancia. 

De hecho desde el 2021, el 'porrismo' fue declarado deporte olímpico luego de la 138° sesión del Comité Olímpico Internacional de Tokio; sin embargo, eso no es suficiente, ya que en cada acercamiento al Gobierno o Municipio, reciben la misma respuesta: No hay presupuesto.

Cada año, alrededor de 350 deportistas de distintas ciudades del país audicionan para cheeleader, de ellos se conforma el Team Ecuador, integrado por 28 atletas. Pamela explica que el entrenamiento es de 6 horas diarias los fines de semana.

Mientras que para danza, se audiciona por academia y sus bailarines entrenan alrededor de cinco horas diarias, cuatro veces por semana. De ahí salen los equipos de jazz, poms y hip hop.

Este grupo autofinancia sus viajes, y aunque han intentado lograr un recibir apoyo como deportistas de la entidad pública o de más empresas privadas, la respuesta que reciben es siempre la misma: Que no conocen el deporte o que no hay dinero.

"Lamentablemente cheer, aquí, no es considerado tan grande como otros deportes como el fútbol, tenis o cualquier otro que tienen mucho más apoyo", dice Pamela. 

En esto coincide Yesenea Mendoza, directora de centro artístico. Ella explica que el proceso que cada uno de los equipos lleva implica mucha entrega, disciplina y horas de entrenamiento. "Es complejo ser visibilizados de la manera en que necesitamos serlo, por eso estamos unidos", agrega.

Ecuador se mantienen año tras año en el top 5 y top 3 de 30 equipos a nivel mundial.

Chang dice que se han convertido en el país que esperan ver competir debido a su alto rendimiento. Y que a pesar de los sacrificios y del nulo apoyo que tienen, los atletas ponen su corazón en cada entrenamiento para dejar el nombre del país en alto.

¿Dónde entrenan?

En el patio de la casa de Pamela. Ella tuvo que construir un gimnasio con la indumentaria necesaria que le permitiera entrenar tanto al equipo de danza como al de cheerleading. 

Nicole Zambrano, ex team Ecuador y ahora entrenadora, reconoce la dificultad de encontrar apoyo para solventar los gastos de los viajes que como equipo realizan anualmente. El presupuesto que deben tener para comprar pasajes, alimento, traslado y hospedaje durante los cuatro días de competencia en Orlando es $ 2 mil dólares. Sin contar lo que cuesta el uniforme y los zapatos que deben usar para sus presentaciones.

Por eso durante el año, el equipo realiza diferentes actividades para recaudar fondos que les permita cubrir dichos costos.

No descartan que en los próximos años por fin puedan debutar como deporte olímpico, en Los Ángeles, cuna del cheerleading. Y entregarle al país más medallas, fruto de un esfuerzo y amor a la bandera.