Tras la llegada de un hijo es difícil para una madre o padre resistirse a gritar al mundo el amor tan gran que siente por su bebé. Desde el momento en que lo tiene en brazos, las palabras y las demostraciones de afecto parecen quedar cortas a la hora de querer hacerle saber a ese pequeño ser que siempre será amado.

Sin embargo, en ese camino de la maternidad y paternidad, cada familia va formando sus propios límites cuando de expresiones afectivas se trata.

Hay quienes los besan en la boca y eso pone sobre el tapete la interrogante de si esto es o no recomendable hacerlo.

Para conocer la opinión de los expertos, SEMANA dialogó con profesionales relacionados a la crianza de hijos.

Pautas para evitar abusos

Mientras que en sociedades como la japonesa están muy mal vistas las expresiones de afecto en público, en las occidentales se valora mucho el contacto físico.

La vida que reflejan muchos famosos en redes sociales suele evidenciar esto. Si se da un vistazo a las cuentas personales de las celebridades, sobre todo latinas, a gran parte les gusta demostrar el amor por sus hijos con ese polémico beso.

Desde JLo hasta Luis Fonsi son algunos de los papás y mamás a quienes no les importa el qué dirán y practican esto de manera natural con sus pequeños que ya no son unos bebés.

No hay estudios científicos que digan que este acto genera algún trauma para los niños, más bien habría que ver caso por caso para poder hablar de si es algo normal o inmoral.

Para la psicóloga infantil Camila Pozo, “hay que tener en cuenta las verdaderas motivaciones de los adultos. De ser maliciosas significa un riesgo ya que deriva casos de abuso dentro del ámbito intrafamiliar”.

En el caso contrario, cuando es un acto puro, “lo que sí hay que dejar claro con los hijos es que aquello es un código entre ellos. Es decir, solo su mamá y papá pueden demostrar su cariño de esa manera, de tal forma que si otra persona le quiere hacer lo mismo, estén conscientes de que eso no está bien”.

Mientras avanza la edad del niño viene la interrogante, ¿es correcto seguir practicando ese gesto? Para Pozo, es necesario que los padres estén atentos a las respuestas de los infantes. “Si a los 3 o 4 años ya ven que el hijo no se siente cómodo con ese beso, entonces deben respetar esa decisión. Por ejemplo, hay chicos que no se sienten cómodos cuando los abrazan, entonces se debe descubrir la forma en que a los hijos les gusta sentirse amados”.

Eso a su vez ayuda a que los niños aprendan a construir su intimidad y que pongan límites.

Los riesgos para la salud

Si se analiza el tema, ya no desde la ética o la moral, sino desde la parte médica, los pediatras alertan los problemas que conlleva para la salud.

Según explicó el pedriatra Jorge Luis Gaibor, existe una cantidad de gérmenes y bacterias que se pueden transmitir a través de la saliva.

“Es contraproducente más que nada en recién nacidos pues su sistema inmunológico es muy vulnerable, y hay el riesgo de contagiarles diferentes infecciones como la mononucleosis hasta virus como la COVID-19, gripe, herpes labial o meningitis; hasta hongos”. Asimismo, asociaciones como la Sociedad Española de Odontopediatría alertan sobre el riesgo de caries. Esto se debe a que el bebé nace con la boca estéril. Entonces tras el beso, la saliva de los padres se vuelve uno de los principales transmisores de gérmenes.

“Lo que recomiendo es evitar a toda costa pues hay vacunas que no cubren del todo la defensa de su organismo”, precisó sobre el riesgo de besar en la boca aunque la mayor parte de las veces, los padres no sean conscientes de ello.

Las mamás opinan