'Modificación, eliminación o reforma de la tabla de drogas vigente'. Este fue el tema que trataron este lunes 13 de febrero los asistentes a una reunión convocada en Guayaquil por el asambleísta Marcos Molina (ID), partidario de revisar esa norma, aunque durante el debate recibió criterios a favor y en contra de suprimirla. 

Molina justificó la convocatoria para tratar este punto alegando que la venta y consumo de estupefacientes ha incidido en el aumento de la inseguridad y violencia en el país. "Es un tema realmente importante; es necesario darle solución al problema de las drogas en los jóvenes, en los niños, niñas y adolescentes", agregó.

No obstante, se trata también de un asunto que ha sido tratado más con fines  políticos y electorales; que con argumentos médicos y legales. La eliminación de la tabla de drogas fue parte de la campaña del actual Gobierno; así como también de candidatos que participaron en las recientes elecciones seccionales.

Consultado al respecto, Molina reconoce que el problema no debería tener una manejo político. Y alega que su intención es elaborar una propuesta conjunta entre las diversas instancias relacionadas, para entregarla, según corresponda, al Ministerio de Salud Pública, al Gobierno central o a la Asamblea Nacional.  

"Lo que sí te puedo decir es que una tabla de drogas, como la que hemos tenido hasta el momento, es una tabla bastante complicada, que realmente inició a muchos jóvenes dentro del campo de la droga, los ha mantenido y fundamentalmente abocado a veces a la extorsión, también del sistema Judicial, haciendo que estos jóvenes permanezcan mucho tiempo en prisión", acotó al indicar que es partidario de revisarla.

Más radical es la postura de la también asambleísta Geraldine Weber (PSC-MG), quien defendió en la reunión la necesidad de eliminar esa norma, a la que atribuye el incremento del número de menores consumidores. "Hay un antes y un después de la tabla de drogas", insistió la legisladora que impulsa una Ley enfocada en la prevención.

En cambio, otros participantes como Rodrigo Vélez, exsecretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, (Consep); y Diana Murillo, jefa de la Unidad de conductas adictivas del Instituto de Neurociencias, expresaron su desacuerdo con eliminarla. 

Vélez considera que aún no se ha comprendido bien el problema. Afirma que por ello se lo sigue tratando como un asunto policial antes que como un problema de salud. Y que una consecuencia de ello es que se han llenado las cárceles de consumidores, especialmente de hogares pobres. Aclara que la tabla fue pensada como una herramienta jurídica para la toma de decisión de los jueces; y no para permitir el libre porte de ellas.

Murillo coincidió en que el problema de las drogas no se remite a una tabla de consumo; sino a una suma de factores de la sociedad. Y señaló que el énfasis debe estar en la prevención. "No estoy de acuerdo con la eliminación de la tabla de drogas", expresó.

Al respecto, los representantes del Ministerio de Salud y de Educación defendieron la labor que desarrollan esas entidades. Las primeras, en cuanto a la atención de primer nivel (consulta externa) y segundo nivel (hospitalización) a consumidores y adictos. No obstante, reconocieron la necesidad de incrementar el numero de profesionales en el área de salud mental.

Las de Educación, en tanto, detallaron actividades que según indicaron, realizan con profesores y estudiantes con fines de capacitación y de prevención; en coordinación con Salud y con el Ministerio de Inclusión Económica y Social. Y aseguraron que este es un tema que se ha incluido en las mallas curriculares de estudio.

Sin embargo,  durante sus intervenciones iniciales, los asambleístas Molina y Weber y otros participantes justamente se refirieron a la necesidad de mejorar y ampliar la atención pública en salud para los consumidores y adictos; y a trabajar en la prevención con las escuelas, colegios y universidades. 

Molina indicó que en 20 días habrá una nueva reunión a la que comprometió a los asistentes a volver a participar, aunque en esa ocasión prevé ya redactar una propuesta conjunta. Y les solicitó ir preparados con ese objetivo. 

No obstante, el legislador afirmó que una modificación o eliminación de la tabla de drogas no depende de una reforma legal por parte de la Asamblea, sino que bastaría un decreto del Ministerio de Salud. Es decir, de que lo decida el Gobierno.

Datos de consumo en jóvenes, según la Secretaría Técnica de Drogas, en 2017

• 1 de cada 10 jóvenes ha probado alguna droga;
• 1 de cada 10 jóvenes ha probado marihuana; 
• 1 de cada 50 jóvenes ha probado heroína;
•  1 de cada 50 jóvenes ha probado pasta base;
• 1 de cada 50 jóvenes ha probado cocaína.