Cuarenta minutos. toma cruzar los diez kilómetros que unen la parroquia Checa con centro de Yaruquí y, finalmente, con la ampliación de la vía E-35, para llegar a Quito en horas pico. Sin tráfico, el mismo trayecto toma doce minutos.

Es un problema cotidiano que afecta a quienes se movilizan por este tramo, o van hacia El Quinche, Azcázubi y Santa Rosa de Cuzubamba, en Cayambe. Es también de un problema con una solución que nunca se cumplió.

Así lo cuenta Manrique Arias, actual vocal de vialidad de la junta parroquial de Yaruquí, y expresidente de la entidad gubernamental.

“Durante el gobierno pasado, cuando empezó la ampliación de la vía que iba desde Quito hasta El Colibrí, y que se construyó para facilitar la llegada al aeropuerto de Tababela, se anunció que estaba contemplado el tramo de Yaruquí hasta Santa Rosa de Cuzubamba. Incluso colocaron enormes letreros detallando hasta el presupuesto que se iba a invertir. Pero se terminó la ampliación y ahí quedó. De las obras que nos prometieron, solo quedó el letrero y luego ni eso”, recordó.

Este señaló que no se trata solo de mejorar el estado de la vía, en la que actualmente se ven baches, daños considerables en las mesetas y cunetas y señalética dañada y borrosa, sino de ampliarla a cuatro carriles para soportar la pesada carga vehicular que circula a diario por este tramo, un promedio que hasta 2019, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) calculaba en 12.189 autos, buses y camiones.

“Desde que se terminó la ampliación hasta El Colibrí hemos pedido reiteradamente que se cumpla con la obra tal y como se planificó. A lo mucho nos prometen bacheo y señalética, con lo que luego tampoco cumplen”, subrayó.

Con él concordó Dilon Aguilar, vicepresidente de la Junta Parroquial de Yaruquí, quien señaló que, además de los daños en la carretera, tampoco se ha cumplido con el pedido de obras para facilitar el parqueo temporal de buses y autos o la construcción de pasos peatonales. “En esta ruta hay colegios y hasta un hospital. Hay muchos accidentes y varios fallecidos, pero aun así la única respuesta que nos dan es que no hay presupuesto”, comentó.

Y efectivamente, a lo largo de este tramo de la E-35, se puede ver a los usuarios intentando tomar buses desde paraderos improvisados a lo largo de la ruta. Estos, y otras obras menores como los resaltos para la reducción de la velocidad, fueron construidos por las propias comunidades.

La falta de aceras o pasos peatonales también ha tenido resultados catastróficos, con un saldo de doce muertos por atropellamiento desde 2016. “Después de que hay accidentes mandan vigilantes durante unos días, y de ahí todo vuelve a la normalidad. La única obra que se hace, por ejemplo, es el bacheo cuando va a ser la romería de la Virgen del Quinche. Pero como este año no hubo, ahí quedaron todos los daños”, agregó Aguilar.

Los funcionarios coinciden en que, debido a las trabas presupuestarias producto de la pandemia, es poco probable que la ampliación se concrete a través del MTOP este año, pero solicitan que al menos se considere la concesión de la vía.

“Una época se entregó el tramo en concesión a Panavial, y estaba bien. La vía estaba mantenida. Como parte de la concesión, la empresa incluso hizo estudios para la ampliación, y para un bypass que evitaba que el tráfico pase por el centro de Yaruquí, pero cuando la concesión terminó, quedó en nada. La solución no es decir que no hay dinero, sino buscar el financiamiento o concesionar nuevamente la vía”, expresó Ernesto Fonseca, expresidente de la Junta Parroquial de Checa.

EXPRESO solicitó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas los planes para aliviar la congestión en este tramo de la E-35, la lista de obras planificadas para esta vía y la posibilidad de retomar una concesión este o el próximo año. El departamento de comunicación de la cartera estatal indicó que las respuestas estaban en proceso de validación, pero no llegaron hasta el cierre de esta edición.

Trabajos para reparar cunetas y mesetas

La semana pasada, personal del Ministerio de Transporte y Obras Públicas realizó trabajos emergentes para la construcción de dos muros de estabilización en la vía, a la altura del sector Getsamani y en la quebrada El Calvario, límite parroquial entre Checa y Yaruquí. 

El fin es reparar las cunetas y mesetas que se han ido desprendiendo producto de la lluvia y el desfogue de canaletas y que se encontraban en mal estado. Se ha indicado que otras obras de reparación se harán en las próximas semanas.