El alza en robos e incidentes violentos en los parques, incluyendo uno que involucró amenazas a una pequeña de ocho años, generó pánico en la capital e impulsó una mesa de trabajo entre las autoridades de la urbe para reforzar la seguridad.

Sin embargo, no todas las decisiones han sido del agrado de la ciudadanía, especialmente las que limita el horario de atención de los espacios verdes entre las 06:00 y las 17:00, y otras como la construcción de muros y rejas para cercar los ingresos, entre ellos en el parque metropolitano Güanguiltagua y el metropolitano sur. Se suman medidas de control en El Bicentenario, La Armenia, El Ejido y ex Fundeporte.

Así lo explica Liliana Boada, miembro de la agrupación Defensores de los Bosques.

“Los pasos que están cerrando tienen casi cien años de antigüedad y son vitales para que las comunidades accedan a estos espacios, que son suyos y que no deben estar sujetos a horarios de funcionario público”, comentó.

Una de las puertas se colocó a la altura de la avenida Federico Páez, en el sector de El Batán. Para los moradores de la localidad, el cierre implica una traba para acceder a un espacio al que acuden a diario.

“Que nos pongan una reja es un problema, porque la entrada principal nos queda lejos. Aquí vienen a caminar los adultos mayores, los niños después de clases. No socializaron nada, solo decidieron y ya”, señaló Berta Mite, residente del lugar.

Con ella concuerda Patricia Palomeque una de las coordinadoras de la asociación de ecologistas de la urbe.

“El cierre es una medida arbitraria que atenta contra el derecho a la salud y a la libre circulación. La disposición del COE Nacional del 22 de marzo con respecto a la apertura de los parques nacionales, precisamente por el derecho a la salud, debe respetarse en los parques y bosques de Quito”, dijo.

Boada señala que las agrupaciones han tenido acercamientos con las autoridades municipales y están a la espera de una respuesta definitiva, pero, tras la ratificación del horario de atención actual, también han analizado medidas legales, entre ellas un proceso ante la Defensoría del Pueblo.

“Debido a la reacción, las obras pararon temporalmente, pero pensamos llevar ante el Concejo metropolitano un pedido de cese total y el derrocamiento de lo que ya se hizo. De no tener una respuesta oficial, acudiremos a otras instancias, entre ellas la Defensoría, con la que hemos tenido acercamientos”, indicó.

Para las autoridades, sin embargo, los controles tienen como único fin reducir los contagios y el alza en los robos.

“La Secretaría de Seguridad envió un informe indicando que la percepción de inseguridad en los parques de la ciudad subió en un 60 %. Justamente por eso se planteó el cierre de accesos, para tener puntos de ingreso controlados. A esto se suma la necesidad de tener un índice de usuarios por temas de bioseguridad”, dijo Isabel Morillo, directora de Parques Metropolitanos en una entrevista. 

La funcionaria explicó que el horario lo definió, por temas de salud, el Comité de Operaciones de Emergencia cantonal, pero que el tema de los cerramientos sí se analiza.

“Efectivamente, nos hemos reunido con la comunidad y hemos acordado elaborar mesas de trabajo y una encuesta a nivel distrital sobre el tema”, dijo.

Morillo agregó que entre los hallazgos sobre los efectos de estas camineras y pasos que denominan ilegales, destaca el mal uso. “Dejan escombros o basura y vienen personas a libar. Eso es lo que buscamos evitar”.

Los resultados de las mesas de trabajo se esperan en aproximadamente veinte días.

Una de las propuestas ciudadanas es el aumento de guardaparques para reducir la delincuencia. No obstante, Morillo explicó que la labor de estos es resguardar el lugar, por lo que se trabaja en un convenio con la Secretaría de Seguridad para contar con agentes que cuiden de los ciudadanos. La labor actualmente la lleva a cabo la Policía Nacional.