El divorcio entre los concejales de Quito y Jorge Yunda es evidente. Ayer, durante una sesión extraordinaria del Concejo Municipal, los puntos del orden del día quedaron en segundo plano y el debate se enfocó en los errores que cometió la Secretaría del Concejo al enviar al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) el expediente de remoción de Yunda.

El concejal Eduardo Del Pozo fue el primero en señalar los errores de la Secretaría, al “no cumplir con sus funciones”, y le pidió a Yunda que enviara “lo más pronto posible” una terna para elegir a una nueva persona en ese cargo.

Del Pozo también se solidarizó con la concejala Paulina Izurieta, por “las vejaciones y violencia política” que presuntamente recibió de parte de Yunda y otros concejales, por su posición en el proceso de remoción del alcalde.

Los concejales Marco Collaguazo y Blanca Paucar le pidieron confianza a la ciudadanía, y recalcaron que se está trabajando para atender sus problemas.

“Más allá de cuál sea la situación, hay que seguir despachando los problemas que piden los ciudadanos”, dijo Collaguazo, quien fue el que mantuvo el discurso más conciliador de la sesión.

Damaris Ortiz, secretaria (e) del Concejo, dijo que si los concejales consideran que su trabajo no ha sido transparente, “pongo mi cargo a la orden”.

Posta que recogió el concejal Bernardo Abad, al ratificarle a Ortiz que “ponga el cargo a la disposición y que Yunda mande una nueva terna para elegir a otra persona”.

Al final, Yunda alegó que en las sesiones del Concejo se respetará la libertad de expresión de todos, “así no esté de acuerdo”, y pedirá que las sesiones vuelvan a ser presenciales.