Durante más de cuarenta años, el público se deleitó con las caretas y mascarones del artesano Ángel Vaca.

Los tradicionales diablos quiteños, los capariches, las brujas y los políticos atraían al público curioso. Sin embargo, cuando este falleció la elaboración se frenó. Al menos hasta este año, cuando su nieto, Diego Vaca, decidió continuar con el legado familiar.

“No quería que las creaciones de mi abuelo se perdieran. Él fue el primero en vender en la calle América, y luego le siguieron mis tías, pero todo eso se acabó cuando murió. Le fui preguntando a ellas cómo hacía el trabajo y fui recreando sus diseños”, dijo.

Así surgió la muestra ‘Inocentes, una fiesta de máscaras’ que abrió sus puertas en el Centro Cultural Metropolitano.

Setenta piezas, entre caretas y mascarones, son parte de esta exhibición. Algunos están colgados del techo, otras exhibidos en las paredes. A la par, varios textos narran la historia de las tradiciones que rodean el año nuevo y el Día de los Inocentes.

Hasta antes de las nuevas restricciones, impuestas la semana pasada para controlar los contagios de COVID, los recorridos por la sala se hacían de manera presencial. Ahora se hacen de manera virtual a través de las redes sociales de la entidad cultural.

Se espera que los recorridos, realizados a través de reserva, se retomen a mediados de enero, mientras tanto continuarán transmitiéndose a diario. La muestra estará en exhibición hasta fines de marzo.

Para Diego, ver el legado de su abuelo es algo que lo llena de emoción. “Vengo de una familia de artistas, y cuando decidí retomar este proyecto hubo mucha emoción. A mí me alegra que se conserven estas tradiciones y que la gente aprenda sobre ellas”, comentó.