Del bulevar ubicado en la avenida Amazonas, entre las avenidas Patria y Orellana, en el centro norte de Quito, ya no queda ni el nombre.

Tampoco el movimiento. El ir y venir de cientos de turistas que tenían a cada paso restaurantes, bares, cafés al aire libre, heladerías, entidades bancarias o sitios de intercambio de monedas o cheques, también es parte del recuerdo.

Carlos, un profesional de 44 años que trabaja en una empresa privada de la zona, se acuerda que hace más de 30 años incluso la Amazonas era doble vía. Los vehículos avanzaban hacia el sur hasta la avenida Patria en donde había un redondel. Luego regresaban para avanzar en su recorrido por la conocida zona rosa.

Dice que del sitio al que acudían los universitarios a divertirse, a comer, a cantar en un karaoke, de la zona arreglada, bonita, ordenada solo quedan las fotos y postales. Desde su inicio en la avenida Patria hasta El Labrador en donde culmina existen cerca de siete kilómetros. Pero la zona en terapia intensiva es la que mide cerca de un kilómetro de largo.

Los aspirantes a la Alcaldía de Quito ensayan propuestas para recuperar la avenida y en general, el sector de La Mariscal. Todos coinciden en una cosa: hace falta seguridad.

Por eso Omar Cevallos considera que se requiere un plan de recuperación de La Mariscal posiblemente con una ordenanza especial que tiene que ver con la regulación del uso de suelo para evitar la precarización de locales comerciales.

Opina que se tiene que poner la seguridad permanente en la zona porque uno de los problemas más graves es la inseguridad. Menciona que la seguridad estará con los agentes de control y el contingente de la Policía y apuntará a que se controle el microtráfico y la delincuencia.

Pedro Freile coincide en el tema de la inseguridad. Cree que para esa zona del norte de Quito primero es recuperar la seguridad para poder hacer inversión, facilitarle la vida a los empresarios de restaurantes y hoteles para que puedan romper el ciclo en el que el turista solo llega al sector y se queda 1.1 noches. Es partidario de facilitar todo lo que impliquen permisos o los temas tributarios pendientes desde la pandemia que arrastran la mayoría de comerciantes.

Su aspiración también es lograr sacar a la gente en condición de calle que está ocupando casas o estructuras abandonadas en el sector.

Patricio Alarcón considera que hay que generar un eje universitario que salga desde la Universidad Católica, que vaya por la Floresta hasta la Universidad Central. Propone dar apoyo al comerciante formal para que también opere bien en el espacio público. Destaca que el problema de la zona es que está tomada por la informalidad y de eso responsabiliza a la cantidad de trabas que ha creado la empresa Quito Turismo.

“Hay que acabar con Quito Turismo, dejarle como entidad colaboradora, cambiar esa normativa y que se dedique a promocionar la ciudad”, acota.

La postulante Luisa Maldonado plantea que para revivir la avenida hay que hacer un trabajo con los vecinos que viven y trabajan ahí. Habla de implementar su plan de seguridad, el otorgamiento de crédito de fomento productivo hasta con dos años de gracia, licencias expost y movilidad las 24 horas del día y los siete días de la semana.

Natasha Rojas le apuesta a la recuperación del espacio público con los grupos culturales y de emprendimiento en esa zona. Además, cree que hay que determinar qué hacer frente a los edificios que han sido abandonados en el sector y la recuperación de la residencialidad para darle vida a la zona.

María José Carrión recuerda que toda la avenida Amazonas, especialmente en la zona de La Mariscal, fue un sector de crecimiento económico y diversión sana de los jóvenes, era lugar de restaurantes y bares. Pero lamenta que se ha convertido “en un lugar de microtráfico, de robo, de extorsión incluso hay comentarios que señalan que ya hay problemas de vacunas en algunas zonas y eso tiene que terminar”. Propone su ‘plan Bukele’ para Quito. Apunta a un trabajo conjunto con la Policía, el Municipio. La reactivación económica sí es posible así como la recuperación de la zona.

Jéssica Jaramillo se enfoca en generar un plan especial para el sector. Menciona incentivos que van desde tributarios, municipales con exenciones, reactivación para instalar locales comerciales pero en particular un trabajo en el tema de seguridad. El objetivo es erradicar el microtráfico, la trata de personas e incentivar en otro tipo de comercio, distinto al que hay actualmente por el sitio.

Se refiere a una zona de restaurante o de turismo gastronómico a través de una regulación especial.

Pablo Ponce dice que la avenida Amazonas es parte del corredor turístico de Quito y necesita repotenciarse en seguridad turística. Para eso deben existir puntos de seguridad fijos las 24 horas con enlaces directos al ECU-911 para frenar el microtráfico y delincuencia.

La zona de La Mariscal es característica por la presencia de palacetes o mansiones de inicios del siglo pasado y edificios que se levantaron al final de la década de los 80.