Cuando la época invernal llega, las inundaciones y colapso de alcantarillas o sumideros son los principales problemas que se registran en diferentes barrios, principalmente en el centro y sur de Quito.

Susana Moreno reside en Vencedores de Pichincha, sector La Biloxi, al sur. Cuando el cielo anuncia tormenta, cuenta que se alista para enfrentar estos inconvenientes, al menos durante los tres primeros meses del año, fechas donde el clima es más inclemente.

Limpiar el frente de su casa para evitar que se acumulen papeles, fundas plásticas u otros desechos en la alcantarilla que está al pie de su casa es el paso preventivo principal que realiza a diario.

A pesar de sus intentos, hay ocasiones en que llueve demasiado y los sumideros de su calle y otras aledañas colapsan, principalmente los que no tienen rejilla, gracias a que delincuentes las sustrajeron hace un buen tiempo.

“Estos huecos suelen pasar llenos de material de construcción que baja desde la montaña o sino de todo tipo de suciedades. Necesitamos que las autoridades hagan mantenimiento, al menos una vez; pero jamás se han aparecido por aquí y sería bueno nos presten atención”, añadió.

Desde la calle Carmen Illescas y Oe9B hacia arriba, donde están las calles B, C, D, y otras más, los sumideros están descubiertos, otros inundados de tierra, copados de hierba y unos pocos conservan sus tapas originales.

La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) indicó que en todo el Distrito Metropolitano hay 140 mil sumideros. De estos, el año pasado recibieron mantenimiento y limpieza 116.332. El material total que se retiró fue de 16 mil metros cúbicos. Esto fue trasladado a las quebradas de Monjas, en Pomasqui y Caupichu, hacia el sur para estabilizar los taludes.

Solo en diciembre se limpió 16.616 alcantarillas, pero pese a estos trabajos todavía quedan en malas condiciones al menos un 17 % del total.

Paúl Calle, subgerente de Saneamiento de la Epmaps, indicó que para realizar la limpieza y mantenimiento de estos sitios, así como de colectores, se invirtió en 2022 casi dos millones y medio de dólares, pero para este período el monto se incrementará a cuatro. Con este dinero, aseguró, también se realizarán reparaciones al sistema de alcantarillado para evitar inundaciones.

Pero el robo de rejillas es otro inconveniente que genera más gasto en esta cartera municipal.

Pese a las denuncias realizadas o implementación de seguridades, este delito no se reduce. Solo el último año hubo un déficit de 5.000 tapas y rejillas. En ese mismo 2022 se repuso 1.350. Cada mes, al menos se colocaron 560 nuevas unidades.

Carlos Carrera, otro morador de Vencedores de Pichincha, comentó que este problema se debe a la presencia de chatarreros e indigentes, quienes, según él, son los que las sustraen para luego comercializar ese acero en el mercado ilegal.

“Ellos son los que vienen y destruyen más al barrio. Los fregados somos los que vivimos en el sector, más cuando llueve”, acotó.

Pero los vecinos no se quedaron con los brazos cruzados y decidieron solventar esta necesidad hasta que el Cabildo los atienda.

Construyeron unas rejillas de madera y otras con mallas de metal para evitar la suciedad en algunos sumideros.

Ante esto, el subgerente de saneamiento contó que ya está en marcha un proyecto para el cambio del material de las alcantarillas, reemplazando el acero por plástico resistente. “Hicimos un plan piloto en 80 lugares y realizaremos la evaluación para considerar su colocación en todo el DMQ. La ciudadanía es la encargada de velar por estos bienes”, finalizó el funcionario.