El ‘Cordonazo de San Francisco’ se cumplió este año. El 4 de octubre, en la capital, se registró una fuerte lluvia, ese día los capitalinos ya daban por iniciada la época invernal, pues volvieron a registrarse días seguidos de precipitaciones con tormentas eléctricas y bajas temperaturas.

Pero el hecho natural no importa, la atención se centra en las consecuencias que podrían generar. Días atrás se registró una lluvia con granizada en la Autopista General Rumiñahui, que obligó a los vehículos a detener su marcha. Varios conductores detenidos mostraron su temor por algún siniestro. “Es asombroso ver cómo la calle se cubre de hielo, pero sí da miedo de algún fuerte accidente, un derrumbe y no podamos salir, en fin, algunas cosas que podrían pasar”, dijo a este Diario Jhon Chinaluisa.

No obstante, la ciudad enfrenta un problema recurrente para la época invernal: el taponamiento de las redes del alcantarillado. Un hecho que impide que en días de lluvia las aguas que se acumulan puedan disiparse en el menor tiempo posible. Esto, en gran parte se debe a la irresponsabilidad ciudadana que tira basura en los sumideros y al robo de tapas de alcantarillas.

Paúl Calle, subgerente de Saneamiento de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito, conversó con EXPRESO y comentó que a la fecha se realiza la limpieza de 8.000 sumideros mensualmente y en la mayoría son en lugares donde la gente arroja basura o se tapan por los escombros que traen las lluvias, pero también se ha realizado inversión para monitorear la red de alcantarillado.

“Hemos tratado de hacer un trabajo preventivo, el departamento lo ha realizado toda esta época de verano. Tenemos la limpieza de las estructuras de los colectores y sobre todo la limpieza de las captaciones de quebradas”, manifestó Calle.

Y en efecto, ese último tema relacionado a las quebradas en el Distrito Metropolitano también preocupa a la ciudadanía. Lina Ernestina, de 64 años, es moradora del sector de La Comuna, ella habita cerca de la quebrada de El Tejado, lugar donde se originó el desastre del aluvión que cobró la vida de 28 personas. Dice estar con temor de las fuertes lluvias que se han registrado durante los últimos días en la ciudad.

“No sabemos si las obras que realizan podrían evitar otra catástrofe, pero con lo que ocurrió en enero nos toca estar pendientes para no resultar tan afectados en caso de otro aluvión”, comenta. En dicha quebrada se realizan, a la fecha, trabajos para construir un muro de contención, mientras que en el resto de las 137 quebradas, según el Epmaps, se efectúan al año dos mantenimientos de las infraestructuras de captación.

Así también, otro de los temas que aqueja en el inicio de las lluvias es el robo de las tapas de las alcantarillas. Evelyn Maquilón, moradora de la calle Veracruz, cuenta que hace varios meses tres tapas han sido sustraídas en su sector.

Calle sostiene que al momento hacen falta reponer 5.000 rejillas en toda la ciudad y hasta fin de año instalar 2.000. “Estamos analizando instalar rejillas de plástico o que sean permanentes al hormigón. Tenemos un plan piloto en ejecución con las de plástico, porque el robo le cuesta mucho dinero a la empresa. La reposición de una cuesta $300”, dice el funcionario municipal.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha previsto que hasta el próximo 21 de octubre en la capital se podrían registrar lluvias de niveles altos y muy altos que podrán estar acompañadas de tormentas eléctricas, ráfagas de viento y caída de granizo.