Los rumores se regaron entre los vecinos de La Gasca y La Comuna. Supieron que el alcalde Santiago Guarderas presentaría ayer un plan para ayudarlos junto con el presidente Guillermo Lasso. Escucharon la noticia, pero no se inmutaron. Los hombres siguieron colgados de postes de luz, trepados en lo alto de los andamios y concentrados en lograr la mezcla perfecta de cemento, ripio y arena. 

“Es que hoy necesito el cerramiento de mi casa, hoy necesito luz, hoy necesito tener agua potable, no mañana”, dijo Eliana Sandoval, quien vive en uno de los edificios afectados de La Gasca, a unos 300 metros de la cancha de vóley, que también se conoce como zona cero por su mayor afectación.

Junto a su propiedad hay un predio abandonado que, según cuenta,  pertenece al Municipio. “Allí en ese terreno deberían construir un muro de contención. Además, si van a ayudarnos, lo que más necesitamos es que la quebrada esté limpia, que haya alertas tempranas, porque ya reconstruimos nuestras casas, si pasa otra vez esto, ¿qué hacemos?”, agregó la joven.

En una casa cercana también estaba Édison Cali, quien es carpintero. Dejó de lado su trabajo habitual y junto con dos albañiles contratados se dedicó toda la mañana a reparar el cerramiento de la casa en donde funciona su carpintería.

Colocaron las varillas de acero y calcuaron los espacios para los estribos. Con el metro tomaban las medidas, mientras otro albañil preparaba la mezcla de concreto.

En toda la calle N24C, que es un empedrado empinado, los obreros trabajaban diligentes en recuperar lo antes posible los servicios.  Las nubes auguraban que por la tarde llovería. 

En una carrera contra lluvia se encontraba Manuel Llugba, que pasó toda la mañana realizando nuevas conexiones de agua dentro de la casa de su hermana, ubicada en la calle Ignacio de Quezada. Cuenta que la vivienda principal está bien, pero atravesando el patio hay otra casa que quedó completamente destruida. “Las columnas están rotas, las paredes destruidas. Creo que van a derrocarla”. Él tampoco tiene mucha fe en que la ayuda prometida llegue a tiempo. Así que con los miembros de su familia tiene pensado afrontar los gastos.

Entre tanto el presidente Lasso, llegó al puesto de mando instalado en la Universidad Central, allí recibió un “alto informe” de los hechos ocurridos y el accionar de los distintos entes estatales y municipales. El jefe de Estado anunció medidas para ayudar a los damnificados, entre ellas la entrega de un bono de $ 252 para las familias afectadas. Además, dio a conocer que el Gobierno de China donará 100 mil dólares para comprar menaje de hogar como electrodomésticos y muebles a los hogares damnificados, aquello se gestionará a través del Municipio capitalino.

Por su parte, la tarde ayer, el Municipio de Quito dio a conocer el Plan de Rehabilitación y Reactivación de la zona afectada por el aluvión. El plan comprende atención en áreas de salud, educación, cultura, socioeconómico, espacio público y servicios básicos a corto, mediano y largo plazo. Entre ellos se anunció que las familias afectadas recibirán ayuda económica para la reparación de inmuebles con un monto de hasta 10 salarios básico unificados ($ 4.250) y para reposición de menaje de hogar hasta seis SBU ($ 2.500). La ayuda será para propietarios y arrendatarios.

Así también se mencionó que para quienes ya empezaron a realizar labores de reconstrucción en sus viviendas podrán acceder a un reembolso de lo invertido. Para esto se deberá presentar la factura de los materiales adquiridos. Además, con apoyo del sector privado se ayudará a los propietarios de vehículos que resultaron afectados.

• Damnificados. Según el último informe, existen 555 personas afectadas agrupadas en 160 familias, 29 viviendas con daños y siete que colapsaron.