Normalmente, el fenómeno climático de La Niña enfría el océano Pacífico al pie de las costas ecuatorianas, generando un descenso en la intensidad de las lluvias y hasta sequía, pero debido al cambio climático, este año se espera que provoque precipitaciones por encima de lo habitual.

La Niña ya llegó a Colombia, donde ha cobrado la vida de casi medio centenar de personas y dejado decenas de miles de familias afectadas. Se prevé que las lluvias continúen hasta mayo de 202, lo que ha llevado a muchos municipios colombianos a declararse en emergencia. En nuestro país los agricultores se están preparando para precipitaciones muy fuertes y para climas fríos en toda la región de la Costa, lo que indudablemente afectará a la producción local. A este panorama preocupante se suma la pandemia de coronavirus, un comercio navideño disminuido por el temor al contagio, y la incertidumbre que genera la cercanía de las elecciones de febrero, en medio de una grave crisis económica. Ya los efectos de La Niña han empezado a sentirse en las islas Galápagos, donde la temperatura ha comenzado a variar. Se espera que las autoridades ecuatorianas tengan listo un plan para hacer frente a la emergencia que podría enfrentar el país a corto plazo, para evitar que la economía se deteriore aún más.