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Evergrande

Avatar del Rómulo López

Las finanzas chinas están al borde de la muerte. La venta de inmuebles no terminados (en construcción) serviría en parte para saldar deuda con clientes

El poderío de China inmobiliaria da la impresión que se derrumba. Evergrande revela su pésima gestión financiera. Opera en un mercado de burbuja inmobiliaria, perjudicando a excesivamente endeudados desarrolladores inmobiliarios. El pánico surgió cuando Fantasia Holdings no pudo pagar varios de sus bonos el 11 de octubre. Simultáneamente otras compañías, Sinic Holdings y Modern Land, no pagaron sus bonos que también vencieron en octubre. El viernes 15 de octubre otro desarrollador, Xinyuan Real Estate, evitó ‘in extremis’ el default al llegar a un acuerdo de última hora con los acreedores. El mercado revela que Kaisa Group Holdings no pudo hacer el pago de su deuda. Los bonos de Evergrande circulan con 80 % de descuento sobre su valor nominal. Está en default. La burbuja inmobiliaria china explota. Los desarrolladores inmobiliarios chinos y su deuda están entre la espada y la pared. Para sobrevivir, la deuda debe ser renovada constantemente; su debilidad financiera es evidente. Si cambian el tipo de interés, cambia drásticamente su coste de financiamiento y podría quebrarlas rápidamente. Si cae la rotación de activos (caída de ventas inmuebles) o su precio de venta, la empresa entra en liquidez muy comprometida, pues los flujos de caja entrantes no son capaces de cubrir los salientes. La rotación de activos como el precio de venta caen en picada. Las deudas deben pagarse a corto plazo y viene la tormenta perfecta. Los desarrolladores están obligados a vender activos (inmuebles) masivamente para atender el pago de deuda. Esto provoca caídas súbitas de precio que empeoran la situación financiera de las empresas (como una corrida bancaria). ¿Qué capacidad tienen de atender la deuda a corto plazo los desarrolladores inmobiliarios chinos? ¿Qué cantidad de efectivo tienen disponible para pagar las deudas? Solo Fantasia Holdings, superada su crisis, tiene suficiente efectivo disponible para el pago a corto plazo de sus deudas. La posición de Evergrande es crítica. Las finanzas chinas están al borde de la muerte. La venta de inmuebles no terminados (en construcción) serviría en parte para saldar deuda con clientes.