El estadio Modelo

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Hubo una época en Guayaquil en que a toda obra pública le llamaban “modelo”.

Hubo una época en Guayaquil en que a toda obra pública le llamaban “modelo”. Así el Cuartel Modelo, Escuela Modelo. En 1940 Guayaquil tenía un solo estadio: el Capwell. Y en ruinas, el viejo “estadio Guayaquil”, que comprendía el Ramón Unamuno y el Yeyo Úraga, en Capitán Nájera, Los Ríos, Tungurahua y Cuenca. Augusto (Chaparro) Jijón Terán (1948) inició la construcción del “Modelo” e hizo 3 tribunas en zona “inhóspita” (Av. de las Américas). En 1952 el alcalde Carlos Guevara Moreno, amigo de Pío López Lara, presidente de Fedeguayas, aportó 500.000 sucres que adeudaba el gobierno de Galo Plaza. Incluyó maquinaria pesada para rellenar una enorme poza de gran peligro. El concejal Francisco (el Pollo) Macías Burham y Raúl Quiroz Gómez, presidente del Club Oriente, trabajaron arduamente. La falta de recursos hizo que “don Pío” contactara al gobernador Jaime Nebot Velasco, que aspiraba a la presidencia de Fedeguayas para llegar a ministro. En 1954 regresó don Pío a la presidencia de Fedeguayas y se le ocurrió un impuesto de un centavo a las gaseosas. “La batalla de las colas” entre Nebot y Emilio Estrada, que rechazaba el impuesto, fue decisiva. En el Congreso su gran amigo Pedro Saad Niyaim lo apoyó y le dijo que para que hicieran mayoría él se saldría. El impuesto de un centavo, los diputados lo convirtieron en 0,10. El contrato de construcción lo firmó don Pío con Constructora Guayaquil (Fernando Lebed, Miguel Salem y Leonardo Stagg). Construyeron la pista de Atletismo, el Primer velódromo de Ecuador y el Coliseo Cerrado. Por la limpieza de procedimientos construyeron gratuitamente todo el cerramiento del viejo estadio Guayaquil. Años después, Voltaire Paladines Polo, que llegó a presidente, me dijo que como el Coliseo Cerrado no tenía nombre, pues le puso el suyo, ya que “las obras de tu padre no tenían nombre”. Francisco Jiménez Buendía, presidente de Fedeguayas (1987), rindió homenaje ‘post morten’ y creó el Complejo Deportivo Pío López Lara con el Unamuno, el Yeyo Úraga, el Abel Jiménez y el César Salazar. Alberto Spencer, que jugó en el Modelo, pidió que le pongan su nombre a ese estadio.