Columnas

La delincuencia no es percepción

Hablar bien o no hablar en la Asamblea es indiferente, pero cuando a nombre de un gobierno se habla a la ciudadanía, es mejor hablar bien o no hablar.

En el 2008 el ministro de Gobierno de entonces, Fernando Bustamante, dijo que el aumento de la delincuencia es percepción y en julio de 2011, el presidente Rafael Correa manifestó que la inseguridad en Ecuador es solo percepción. Ahora lo vuelve a repetir la ministra de Gobierno Alexandra Vela, al inicio de noviembre, en una entrevista por un medio de televisión, al sostener la doctrina de la percepción aumentada de la inseguridad y delincuencia porque se hacen públicas las noticias de asaltos y robos, y que mientras no se llegue al nivel de control completo, esa sensación va a seguir permaneciendo.

Ya en septiembre de 2018 el entonces ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, reconoció que sí existe un problema de inseguridad… que esta ola de delincuencia no se limita a un tema de percepción, sino que en la realidad sí se ha evidenciado un incremento delictivo. “Si hay 13 asaltos en 13 restaurantes de cualquier ciudad del país, eso genera una percepción y un incremento (de inseguridad), que deben ser combatidos y resueltos”.

En la actualidad, la inseguridad, delincuencia y actos de violencia originados por el crimen organizado y el narcotráfico van más allá de la teoría de la percepción aumentada; los asaltos, robos, crímenes, secuestros, sicariato, intercepción y captura de droga son noticias de todos los días. Pero no es que estos sucesos negativos se producen por las noticias que dan los medios de comunicación, sino que los medios cumplen su deber de mantener informada a la ciudadanía de lo que acontece en país. Todo esto, aparte de los sangrientos motines y masacres que se producen en los Centros de Privación de Libertad, como se denominan ahora a las prisiones y cárceles.

El sostener que el aumento de inseguridad y delincuencia es solo percepción porque se hacen públicas las noticias, es como pedirles a los medios que no publiquen ese tipo de noticias para que se acabe la delincuencia.

Hablar bien o no hablar en la Asamblea es indiferente, pero cuando a nombre de un gobierno se habla a la ciudadanía, es mejor hablar bien o no hablar.