Columnas

La depredadora potencia china

"Y es que, en verdad, la China capitalista de hoy dista mucho de la que soñara Mao Tse Tung, la China leninista, la China socialista y solidaria con los pueblos pobres del mundo"

El crecimiento económico de China, que la ha catapultado a tener la hegemonía del comercio mundial aunque todavía tenga que pivotear a través del capitalismo hegemónico de los Estados Unidos, no se ha hecho, sin embargo, en una contienda limpia ni respetando las reglas del comercio y del medio ambiente a las que ha adherido o suscrito, sino violándolas flagrantemente en aras de su apetito voraz y depredador.

De eso hizo gala con la poderosa flota pesquera de los 294 barcos, en su mayoría chinos, que se encontraban rodeando el límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Ecuador continental y de la ZEE insular, que en tan solo un mes (del 13 de julio al 13 de agosto), acumularon un total de 73.058 horas de pesca, según lo reportara la organización internacional Oceana, pesca que fue de calamar, una especie que es parte fundamental de la dieta de lobos marinos y tiburones martillo, emblemáticos de las islas Galápagos.

Además, se cuestiona que en esa flota haya barcos nodriza, ya que esto puede llevar a la sobrepesca de los stocks, más sospechoso aún si estos barcos apagan sus sistemas satelitales.

Que siempre en los negocios del país con China habría de irse con mucho cuidado, se desprende de la entrevista hecha por el diario El Universo a Carlos Pérez García, exministro de Energía del Gobierno de Lenín Moreno, quien aseguró que se obtuvo un beneficio de más de $ 1.400 millones por las renegociaciones emprendidas con Petrochina Internacional y otras empresas, las que culminaron en 2018.

Solo al cambiar las condiciones de pago se mejoró en 90 centavos la tarifa por barril, ya que los chinos nos cobraban el precio de los barcos pequeños y el embarque se iba en barcos grandes, cuyo costo es mucho más barato. En 2018 se logró que ellos reconocieran el costo real del transporte. Sin embargo, considera que en los acuerdos anteriores con Petrochina el país estaba en desventaja por la necesidad de los préstamos de dinero que le hacía la misma China, a intereses altos.

Y es que, en verdad, la China capitalista de hoy dista mucho de la que soñara Mao Tse Tung, la China leninista, la China socialista y solidaria con los pueblos pobres del mundo.