Columnas

La hoguera bárbara

Los dilemas enfrentados por el país han sido más o menos los mismos durante dos siglos. Hoy se suma la pandemia.

Tras escuchar a los candidatos a la presidencia en diferentes debates, diría que los puntos más importantes a resolver son la economía, la corrupción y la pandemia. De la economía depende la creación de empleos sostenibles. El desempleo es la principal preocupación de los ecuatorianos, según las encuestas. Si tenemos trabajo es posible consumir, los negocios crecen y se tributa más. Mejora la seguridad porque hay menos delincuencia en las sociedades que tienen mayor oferta de empleo. La corrupción no puede ser corregida por candidatos auspiciados por partidos cuyos fundadores y adherentes tienen antecedentes penales. Esto debe ser solucionado desde la sociedad civil exigiendo la transformación de la función Judicial en un poder moderno. Se requiere automatización e innovación, y redoblar la transparencia; remover a funcionarios que no están a la altura requerida para administrar justicia. Se debe reforzar a Contraloría y a la UAFE para disuadir y combatir los delitos contra la Administración Pública. No le toca al presidente resolver ese tema de forma exclusiva; es una tarea conjunta. Por su parte, la COVID se ha convertido en un gran igualador. Todos los países enfrentan el desafío de reactivar la economía sin que la población muera en el intento, lo que solo puede ser desempeñado por alguien con capacidad de gestión y conocimiento de economía. El país que se reactive primero tendrá mayores oportunidades. Tenemos todo para ser potencia económica, pero falta liderazgo. No estamos en un momento para probar. Seguimos sufriendo pérdidas de vidas y económicas por la pandemia, y enfrentamos la decisión de elegir entre dos discursos radicalmente diferentes: más proteccionismo, privilegios y desmotivación para generar riqueza; o mayor apertura al libre comercio. Esta elección marcará el punto de quiebre sobre lo que será Ecuador. Al escuchar a los candidatos recuerdo La hoguera bárbara, escrita por el guayaquileño Alfredo Pareja Diezcanseco. Los dilemas enfrentados por el país han sido más o menos los mismos durante dos siglos. Hoy se suma la pandemia. Ojalá elijamos bien, para cambiar la historia.