Columnas

A lo Carapaz

El 50 % de la totalidad de la riqueza que obtuvo la humanidad en su historia fue creado en los últimos 30 años. La libertad económica redujo la pobreza, el hambre, las enfermedades y la violencia a lo largo de la historia mediante revoluciones industriales que aumentaron la productividad a través de la tecnología. Se producen más alimentos, a menor costo para la población.

Es un error creer que la pobreza es causada por la explotación de los ricos o que la pobreza está ampliándose. La pobreza ha sido el estado natural de la humanidad durante miles de años. Vivíamos en constante carencia. Esa situación nos obligó a innovar para progresar.

Las personas de menores recursos han sido las más beneficiadas del crecimiento económico, porque cuentan con ventajas que sus ancestros no tuvieron. Mientras más desarrollado es el país en el que residen, mejor vivirán. Creer que hay pobres porque existen los ricos, es pensar que existen enfermos porque vemos personas sanas. La riqueza la posee quien la produce y la genera, proporcionando a otros lo que desean para mejorar sus vidas.

Los países que tienen más libertades económicas cuentan con un mayor nivel de ingresos per cápita y por lo tanto, mejor calidad de vida para sus habitantes. Esos países también tienen un nivel superior de democracia y respeto por el Estado de derecho, según el índice de Libertad Económica de la Heritage Foundation.

Los socialistas se encuentran con tanta pereza, que acogen cualquier teoría que concluya que su pobreza se debe a causas ajenas y no a su falta de esfuerzo.

La sociedad representa un conjunto de individuos que deben alcanzar la prosperidad con el esfuerzo personal diario. Entregamos lo mejor, con alegrías y derrotas. Cooperamos entre nosotros y prosperamos sin que ninguna autoridad se involucre, esperando solamente que nos dejen trabajar: a lo Carapaz.