Estados Unidos atraviesa uno de los momentos más difíciles en su historia. Tiene 40 millones de personas que han perdido su empleo, el endeudamiento público está muy cercano al de la II Guerra Mundial, el más alto de todos los tiempos. Se cree que en semanas lo sobrepasará. Ha dejado de ser el líder mundial, de las grandes iniciativas, pues promovió la mayoría de las instituciones multilaterales. Acaba de retirarse de la Organización Mundial de la Salud. Contando con el 6 % de población mundial, registra el mayor número de fallecidos por COVID-19, sobrepasó los 100.000 y según últimos estimados, para agosto serían más de 130.000.

Como pocas veces, su sociedad está dividida; hay preocupante polarización entre aquellos a favor, y los que están en contra de la administración de Donald Trump. Nunca se había visto que el 90 % de los medios de comunicación hayan criticado tan fuertemente la conducta del presidente.

En los actuales momentos, además de las pandemias de cCOVID-19 y la económica, EE. UU. enfrenta el terrible racismo, nunca desaparecido en la práctica.

Consecuencia del asesinato de un afroamericano por un policía caucásico y la demora en su detención y la de tres que lo acompañaban, en muchas ciudades de este a oeste, miles de manifestantes, con riesgo de contagio, han salido a protestar por la brutalidad policial hacia los ciudadanos afroamericanos.

Después de tres días fue encarcelado el principal y los demás siguen libres hasta el momento de escribir este artículo. En toda revuelta hay infiltrados, los hubo en Quito a octubre del año pasado y en Guayaquil igualmente en noviembre de 1922. Ahora, la muchedumbre ha quemado edificios y automóviles. Como la policía no ha sido suficiente, ha salido la guardia nacional, y el Pentágono ha alertado a las bases militares cercanas a las ciudades con mayor violencia. Es difícil predecir el fin de este nuevo drama que vive ese país.

Estados Unidos cada año es más distante del que conocí hace 58 años, cuando hice allá mis estudios. En lo favorable, después de nueve años, ha enviado a dos astronautas al espacio, desde Cabo Cañaveral.