La semana que terminó, a Svante Pääbo, genetista, se le concedió el Premio Nobel en Fisiología al haber determinado cómo extraer y analizar el ADN del Neandertal, especie humana que vivió hace decenas de miles de años. Para lograrlo usó huesos que tenían 40.000 años. La mayoría de ecuatorianos hubieran considerado pérdida de tiempo y llamado la atención a la Fundación Nobel por conceder un millón de dólares al beneficiario.

Su trabajo tomó décadas de investigación para extraer el ADN del Neandertal porque con el tiempo se degrada. El trabajo fue por etapas. En 2010 él y su equipo de científicos publicaron la secuenciación genómica del ADN del Neandertal. El arduo trabajo de Pääbo, que debió significarle largas horas y trasnoches, hará posible que los científicos estudien las diferencias entre la especie humana actual y sus ancestros, y que otros científicos estén atrás de estudios del ADN de otras especies.

Pääbo comenta que siempre tuvo curiosidad por el origen de las cosas y ya de genetista quería conocer de dónde vienen los ‘homo sapiens’. Su trabajo ayudará al estudio de la evolución humana.

Al referirse al descubrimiento de Pääbo, un antropólogo comenta: “Importa porque nuestra ascendencia es lo que está afectando nuestra salud, y cuando descubras los genes que heredamos de estos antepasados lejanos que importan a nuestra salud, vas a abrir una nueva ventana para comprender la enfermedad humana”.

La mayoría de los ecuatorianos ignoran el pasado, otros tienen memoria muy corta y otros son masoquistas. Por eso cometen los mismos errores, decenio tras decenio. Lejos de aprender de las desastrosas experiencias, se siguen cometiendo a costo cada vez mayor. Los dos levantamientos indígenas de no menos de 3.000 millones de dólares de pérdidas, además de muertos y heridos. Y seguramente vendrán más, los culpables se han salido con la suya. Los tres poderes del Estado directa e indirectamente han extendido una patente de corso a los indígenas; tendremos más levantamiento.

Por la ignorancia del pasado las repeticiones se dan en todas las áreas: económica, social, política, etc.