Columnas

Fundación Ecuador: 30 años

Lamentablemente, en los últimos tiempos, programas como Aprendamos han debido descontinuarse, aunque adquirieron resonancia internacional...

En 1991 nacía la Fundación Ecuador. Gobernaba Rodrigo Borja y se vivía un ambiente de plenas libertades, pese a las tensiones generadas por las protestas de los grupos marginados, que tres décadas más tarde, siguen teniendo motivos para realizarlas.

En ese entorno, la nueva organización que se describía a sí misma como “una entidad de ámbito nacional, formada con criterio amplio, al margen de las circunstancias de la política partidista, intereses regionales o gremiales”, tenía amplio espacio para una acción social que “pretendía servir de enlace entre los sectores público y privado, como foro para la discusión de las reformas legales necesarias y la formulación de estrategias para el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo sostenido”.

Con esos altos objetivos y motivados por el permanente entusiasmo de Pedro Aguayo Cubillo, toda una generación de cincuentones, como Danilo Carrera Drouet, que sería su primer presidente desde 1992 al 2004, iniciaron una ruta sembrada de realizaciones en diversos campos de actividad, guiadas por la mano serena de Aguayo, que se inició como director ejecutivo y permanece ejerciendo esa alta responsabilidad con colaboradores como M. A. Valdivieso o Cinthya Game, o como su subdirector ejecutivo, Bolívar Chiriboga.

Estos días, y desde el 2004, preside su directorio Luis Villacrés Smith y Bolívar Chiriboga Valdivieso es su vicepresidente.

Es llamativo, y lo destaco pese a mi adhesión a la alternabilidad democrática, el que en instituciones como la aquí reseñada la estabilidad de quienes las dirigen parecía ser la garantía de mejores resultados.

En todo caso, bien se sabe en Guayaquil que uno de sus tanques de pensamiento, alimentado con frecuentes exposiciones de especialistas nacionales y extranjeros, es la Fundación Ecuador; igual que se conoce de su trabajo en educación y en desarrollo social.

Lamentablemente, en los últimos tiempos, programas como Aprendamos han debido descontinuarse, aunque adquirieron resonancia internacional pero, superado el bache, la Fundación Ecuador seguirá cumpliendo roles trascendentes.