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Volver al barrio

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"... el modelo de ciudad sectorizada y segregada ha ido privando al ciudadano de esos pequeños y cotidianos espacios de socialización"

Ni los especialistas, ni los investigadores saben aún cómo irá evolucionando la expansión de la pandemia de COVID-19 en los próximos días, semanas o meses. No se sabe si habrá solo un incremento más o menos predecible, o un descenso de los contagios, o, por el contrario, si estamos entrando a una segunda ola de expansión del virus que obligará a que se tomen nuevamente medidas que pudieran ir desde la ampliación de restricciones de movilidad hasta el regreso al confinamiento parcial o total.

Lo que sí queda claro es que esta situación ha originado importantes cambios en la vida de las personas, en los comportamientos sociales, en los mecanismos laborales y de aprendizaje y, principalmente, en la manera en cómo nos relacionamos con las ciudades y nuestro entorno. Entre otros aspectos: la movilidad, el abastecimiento, la conectividad y, principalmente, la valoración de la comunidad en tanto somos seres sociales. En ese sentido, mejor lo han tenido los barrios tradicionales que las “modernas” urbanizaciones. En los primeros, el abastecimiento estuvo cercano a través de la tienda de la esquina, del mercado barrial, incluso del comercio informal, mientras que, en los segundos, se dio un aislamiento dentro del aislamiento que significa vivir distantes y amurallados, sin servicios ni comercios propios y cercanos.

El crecimiento de las ciudades y sobre todo el modelo de ciudad sectorizada y segregada ha ido privando al ciudadano de esos pequeños y cotidianos espacios de socialización. Debemos, por tanto, regresar la mirada al barrio como la unidad urbana de planificación y de recuperación de la escala humana, donde haya niveles de gobierno cercanos que permitan establecer el nexo entre la comunidad y el gobierno municipal.

El barrio, aquel que surgió del modelo hispano de ciudad, que fue planificado o que creció de manera espontánea, donde se podía identificar a los vecinos y donde los comercios eran los lugares familiares de encuentro, debe ser recuperado y potenciado. Hoy, y en el futuro cercano, es más que necesario hacerlo.